Consejos dietéticos para la menopausia

Consejos dietéticos para la menopausia

alimentación menopausiaEs importante resaltar que la menopausia no constituye en sí misma ninguna enfermedad, como algunos parecen entender, sino una etapa más de la vida de la mujer. Como quiera que dicha etapa coincide con una edad en torno a los cincuenta años, y con ciertas modificaciones hormonales, se produce un aumento del riesgo de padecer ciertos procesos, cosa que, por otro lado, también sucede en los varones de la misma edad como fruto del proceso propio de envejecimiento.

Es por eso que, como en cualquier otra etapa de la vida, una alimentación sana y adaptada a las circunstancias fisiológicas, será bastante conveniente para mantener una buena salud.

A continuación expondré algunas sencillas indicaciones en relación con la alimentación aconsejable en la menopausia:

  • Llevar a cabo una adecuada ingesta de fibra a través de los alimentos integrales
  • Tomar abundantes frutas y verduras frescas, unas cinco raciones al día.
  • Siempre que no estén contraindicados, es aconsejable tomar alimentos ricos en fitoestrógenos, tales como el tofu, miso, lino, dátiles, cerezas, etc.
  • Aumentar el consumo de ácidos grasos omega-3 (pescados azules, nueces)
  • Utilizar otras fuentes de calcio alternativas a los lácteos, tales como semillas de sésamo, frutos secos, nabos, salmón, almendras, algas, etc.
  • Limitar, también, la ingesta de productos que podrían desencadenar sofocos, tales como el café, los picantes, alimentos muy calientes, etc.
  • Limitar el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas (carnes, lácteos, aceite de coco, etc.)
  • Mantener una buena hidratación
  • Limitar la ingesta de sal
  • Evitar los azúcares refinados y la bollería industrial

En realidad, si reflexionamos un poco, dichos consejos dietéticos, son aplicables también, con alguna matización, para cualquier persona que quiera mantenerse un adecuado aporte nutricional.

Cuidar los huesos

Cuidar los huesos

cuidar los huesos“El aparato locomotor está formado por huesos, músculos y articulaciones junto a todo el componente ligamentario y tendinoso, los cuales conforman una unidad funciona cuya finalidad es mantener la postura y proporcionar movimiento a nuestro cuerpo. Los huesos constituyen la parte más dura, y además de ser el armazón sobre el que se construye la forma corporal, aportan además protección a ciertos órganos delicados como es el caso del cerebro y los pulmones. Los huesos son estructuras vitales en continua remodelación. la velocidad con la que estos procesos se desarrollan se van modificando con el paso de los años, de tal manera que a partir de cierta edad se destruye más hueso que el que se construye, lo cual hace que aparezcan patologías como la osteoporosis, con pérdida de la masa ósea. Se dice que un sujeto joven remodela completamente su esqueleto cada siete años, pero no envejecen a la misma velocidad el hueso de la mujer que el del hombre. Cada década una mujer pierde un 8% de masa ósea total, mientras que un hombre suele perder en torno a un 3%. Si realizamos los cálculos a lo largo de la vida, la pérdida de densidad mineral total es de un 30% para las mujeres y un 15% para los hombres. Dichas pérdidas comienzan en torno a los 30 años, pero se aceleran en caso de la menopausia y en situaciones de ciertas enfermedades o reposo prolongado. Hay en estos casos un aumento de la fragilidad y una disminución de su resistencia. Para mantener una salud ósea que contrarreste el proceso normal de envejecimiento se recomienda la realización de ejercicio regular y continuado durante toda la vida junto con una nutrición adecuada. La mayoría de las personas tienen claro que han de aportar un nivel apropiado de calcio apropiado en su dieta para nutrir los huesos, pero olvidan la presencia de otros minerales sin los cuales el calcio no puede cumplir su función. Los más importantes son el magnesio, el fósforo, el azufre y el silicio, y en menor cantidad encontramos otros como el boro. En una alimentación normal solemos tener asegurado el aporte de azufre y tampoco suele haber problemas con el fósforo, pero no tanto el de magnesio y bastante menos el de silicio, por lo que a partir de cierta edad, aportar suplementos de magnesio y silicio pueden ser bastante conveniente. Un error importante es pensar que el calcio en la dieta de un adulto ha de venir vehiculado por la leche y los lácteos. Nada más erróneo. Ningún mamífero lo hace y no se descalcifican. Es importante que el aporte de calcio se realice a través de alimentos que aporten un calcio bioasimilable en las cantidades apropiadas. En caso de que esto, por las razones que sea, no se pueda llevar a cabo a través de la dieta, es entonces cuando están indicado los suplementos.” (ANF)

Las bebidas gaseosas

Las bebidas gaseosas producen un aumento de la eliminación del calcio a través de la orina debido a la cantidad de ácido fosfórico que contienen. Al aumentar la cantidad fósforo, el organismo trata de compensarlo soltando calcio. Algo parecido sucede con las bebidas ricas en cafeína, que también incrementan la eliminación de calcio por la orina.

Así que deberías saber que abusar de las bebidas gaseosas de cola puede ser perjudicial  para ciertos trastornos del hueso como la osteoporosis, sobre todo para las personas que ya la padecen o tienen tendencia a ello.