Leyes sofrodynámicas del cambio: la voluntariedad

Leyes sofrodynámicas del cambio: la voluntariedad

leye de la volunytariedad del cambio3.- LEY DE LA VOLUNTARIEDAD DEL CAMBIO

Hay quienes tienen la sensación de no controlar su vida, de que ésta les pasa por encima, de que los conduce hacia donde no quieren como si fuesen veletas movidas por caprichosas ráfagas de viento. Sienten que les falta voluntad para la acción.

Pero aquellas otras personas que quieren crecer y desarrollarse, han de tener claro una cosa muy sencilla y lógica: que el lugar a dónde llegamos dependerá siempre del camino por el que hemos venido. Este fenómeno, que es verificable y por tanto no entra dentro del ámbito especulativo sino de lo que puede ser comprobado, nos indica que si queremos un cierto tipo resultado, habremos de realizar aquellas acciones que nos lleven hacia ellos.

Sabemos, pues, que si aplicamos una serie de comportamientos obtendremos unos resultados, pero si aplicamos otros diferentes, obtendremos resultados distintos. He ahí el ámbito de nuestra capacidad de decisión y el espacio en el que nuestra voluntad ha de ponerse de manifiesto, eligiendo aquellos caminos que nos conduzcan hacia nuestras metas.

He afirmado con anterioridad que “el cambio es posible” (1º Ley); y que es “programable” (2º Ley). Pero, además, en términos de desarrollo humano, el cambio que nos interesa también ha de ser voluntariamente elegido. De aquí surge la “Ley de la voluntariedad del cambio”.

Eso quiere decir que el cambio que determinemos ha de realizarse de manera libre y voluntariamente elegida, nunca impuesto. Somos nosotros quienes en última instancia hemos de decidir el tipo de cambio a realizar, en función de las metas que queramos conseguir.

Así que formulado de forma sencilla, la Ley de la Voluntariedad del Cambio, viene a decir que la dirección que establezcamos en nuestro proceso de cambio ha de ser elegida voluntaria y conscientemente.

Y para que eso ocurra hemos de poner en juego una de nuestras capacidades conscientes más importantes, la voluntad. En este tipo de proceso, nuestra voluntad juega un importante papel, ya que es la energía de la mente que nos permite actuar en el mundo como dueños de nuestro  propio destino.

La voluntad nos permite llevar a la práctica aquello que pensamos o que queremos, y aporta la energía suficiente para mantenernos en la dirección correcta a lo largo del tiempo. Está relacionada con la determinación, con la constancia y la perseverancia, y, sobre todo, con el esfuerzo para la acción.

Quizás sea el momento de ir dejando de lado el papel de víctimas que muchos se empeñan en mantener, o el rol de mártires buscado por otros.

Mas bien es tiempo de empezar a entender que somos nosotros mismos los responsables de nuestro estado actual y también del modo en el que construimos nuestro futuro. Sé que hay algunas personas a las que no les gusta escuchar esto, y prefieren seguir culpabilizando a otros o a su mala suerte de sus desgracias. Mantener esta última postura es una magnífica garantía para pasarlo mal en la vida. Por el contrario, admitir que en nuestro proceso de crecimiento y desarrollo, la voluntad juega un papel importante y actuar consecuentemente con dicho principio, sólo nos traerá beneficios.

Una razón para cambiar

Una razón para cambiar

Una razón para cambiar¿Crees que deberías cambiar algo en tu vida?

Tal vez pienses que sí porque hay asuntos que te hacen sufrir y te gustaría modificar lo que sientes al respecto. Pero quizás pienses que no, que no es necesario realizar ningún cambio porque ya te sientes suficientemente bien.

No obstante, sea cual sea tu caso, tenemos una importante y poderosa razón para establecer cambios en nuestra vida: la posibilidad de vivir mejor cada día.

¿Te convence dicha razón?

Como dije antes, hay personas que encontrándose bien quieren vivir mejor. Son personas inquietas, curiosas y comprometidas consigo mismo en lo que se refiere a cumplir sus propósitos vitales. Podríamos llamarlos “los buscadores de la excelencia”, y son aquellos que no se conforman con ir por la vida tirando sin más, sino que quieren desarrollar al máximo su potencial. Obsérvalos bien porque puedes aprender muchas cosas de ellos.

Pero también habrá otros que sufren más de lo que les gustaría. De este grupo, algunos se conforman con sobrevivir en “este Valle de Lágrimas” con un nivel tolerable de sufrimiento. Otros, en cambio, se rebelan frente a esta situación y luchan por cambiarla. Buscan un modo de salir de dicho sufrimiento y mejorar su vida. Los primeros y los últimos, evidentemente, tendrán motivaciones diferentes y es seguro que sus caminos y destinos serán muy distintos.

Sea como fuere, te encuentres como te encuentres, lo realmente relevante es la importancia de realizar un cambio positivo en nuestra vida. Porque no nos interesa cualquier tipo de cambio, ya que el hecho de cambiar sin rumbo ni dirección viene dado por el simple devenir de la existencia. Me refiero a aquel cambio potenciador  que se encuentra conectado con los procesos de crecimiento y desarrollo humano y que, en última instancia, nos llevará a incrementar nuestro nivel de bienestar.

Y cuando nos planteamos que queremos crecer y desarrollarnos como seres humanos, de alguna manera, lo que estamos afirmando es que queremos vivir mejor que en el momento actual, sea éste como sea.

En otras palabras, se podría decir que lo que realmente queremos es pacificar y armonizar la vida un poco más, entendiendo por ello una mejora en las relaciones con nosotros mismos y con los demás para solucionar nuestros conflictos personales y relacionales y, además de todo ello, para mejorar nuestra salud en sentido amplio del término.

El proceso de cambio no debería ser considerado como algo que tenga que ser experimentado como una obligación impuesta desde fuera por un monitor o por un ambiente de grupo, sino como una elección personal que nos acerca a disfrutar de la vida y a expresar nuestro potencial. No podemos perder de vista que este proceso de cambio, lejos de ser algo cansado o tedioso, ha de verse complementado con un cierto grado de placer.

Por eso, al tiempo que vamos recorriendo nuestro camino, aprenderemos también a disfrutar más y mejor de nosotros mismos y de los demás, así como de aquellos paisajes íntimos que iremos descubriendo a lo largo del fascinante viaje del proceso de cambio interior. Porque un ser humano que crece y se desarrolla es alguien que está progresando continuamente, al mismo tiempo que disfruta de cualquier cosa que hace.

Tal vez por eso, he de insistir en que hablar de un proceso sofrodynámico de cambio y desarrollo humano no es un asunto meramente intelectual, sino que tiene que ver con nuestra curación y nuestra salud en términos globales, y esto es algo eminentemente práctico.

Así que, según opino, la búsqueda de la felicidad y el bienestar son razones suficientemente poderosas como para plantearse llevar a cabo un cambio vital potenciador.

Propuestas sofrodynámicas iniciales

Propuestas sofrodynámicas iniciales

PROPUESTAS SOFRODYNÁMICASMediante el entrenamiento en Sofrodynamia® nos proponemos aportarle a los alumnos los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para que puedan vivir sus vidas de la forma más armónica, pacífica y feliz posible.

La clave del éxito se encontrará a través del propio esfuerzo que le permitirá realizar los cambios necesarios y desarrollar los mejores recursos para afrontar apropiadamente los retos que la vida nos trae cada día.

Para ello es importante entender el modelo de trabajo que se propone, y uno de las apartados que se suelen presentar al comienzo del entrenamiento es el que trata de reflexionar sobre algunos aspectos que consideramos básicos, en concreto lo que llamamos “las propuestas sofrodynámicas iniciales» que a continuación se exponen resumidamente.

1.-SEA CUAL SEA TU SITUACIÓN ES POSIBLE MEJORAR: Si estás bien, podrás mejorar y si no estás bien, también es posible mejorar. Desde el punto de vista de la Sofrodynamia® entendemos que cualquier persona tiene la posibilidad de mejorar si se emplea el método apropiado. Lo cual no significa que se le solucionen los problemas externos que le aquejan. Tal vez la vida no cambie, pero siempre podremos cambiar nuestra actitud frente a lo que nos sucede.

Además, por el simple hecho de desarrollar nuestro potencial y hacer crecer nuestras habilidades, nuestra autopercepción, autoestima y grado de bienestar se incrementarán.   

2.- NO ES NECESARIO ESTAR MAL PARA QUERER MEJORAR: Hay quien sólo busca soluciones cuando la vida “les duele”, es decir, cuando se sienten tristes o abatidos, pero cualquier persona está llamada a crecer y a desarrollarse. independientemente del momento por el que esté pasando. Es posible trascender el bienestar para llegar a la excelencia, y no hay que pasar por un momento bajo para desear vivir mejor. Por tanto no es necesario que te encuentres ansioso o deprimido para que quieras mejorar tu vida.

3.- NECESITAMOS UN MÉTODO: Para conseguir resultados es necesario tener un método congruente de trabajo. Hacer muchas cosas en direcciones diferentes y con criterios poco claros no suele dar buenos resultados. Suelo decirle a los alumnos: “No es lo mismo cavar un pozo de 100 metros que hacer 100 boquetes de un metro”. La posibilidad de encontrar agua es diferente, aunque parece que hayamos trabajado lo mismo.

4.- ASUMIR NUESTRA RESPONSABILIDAD: Si vamos creyendo que no somos felices por culpa de los demás, difícilmente podremos realizar los  aprendizajes y los cambios que necesitamos. Es posible que los demás sean un obstáculo pero el modo en que eso influye depende, precisamente, de la habilidad que tengamos en gestionar los obstáculos. 

Hemos de estar convencidos de que somos los verdaderos protagonistas de nuestras vidas y los responsables de nuestro destino.

5.- NO EXISTEN RECETAS ÚNICAS, PERO SI ESTRATEGIAS ADAPTABLES: Somos personas diferentes, cada uno tiene una biografía propia e intransferible que le ha llevado a estar donde está. Tenemos diferentes puntos de partida, diferentes objetivos personales y diferentes capacidades para alcanzarlos. Por eso es importante darse cuenta de que no existen las recetas únicas, milagrosas y válidas parea todas las personas, pero sí tenemos estrategias, modelos de trabajo y un método congruente que se adapta a la individualidad y peculiaridad de cada persona.

Crecer es traspasar fronteras

Crecer es traspasar fronteras

traspasar fronteras“De la misma forma que no podemos hacer tortillas sin romper los huevos, tampoco podremos crecer y desarrollarnos si no traspasamos los límites de seguridad de nuestro propio modelo, porque no es posible avanzar si al mismo tiempo insistimos en mantenernos dentro de los límites de nuestro espacio conocido” (ANF)

Sana y crecer

Sana y crecer

sanar y crecer“Algunos sólo quieren evitar su malestar, no tiene otras metas. Por eso cuando lo consiguen ya no necesitan otra cosa. Otras personas, en cambio, además de dejar de sufrir quieren crecer y desarrollarse más humanamente, y por eso incluyen a la enfermedad como parte de su proceso de desarrollo. Y es que no necesitamos estar sanos para crecer, sino que crecemos cuando iniciamos el proceso de sanación.” (ANF)

Campos de aplicación de la Sofrodynamia®

Después de años de experiencia enseñando Sofrodynamia®, es decir, de haber entrenado a miles de personas, puedo afirmar con total rotundidad que dicha metodología constituye una herramienta de gran valor en numerosos ámbitos del ser humano, sobre todo porque les enseña y les ayuda a vivir mejor y a experimentar un grado de bienestar superior al que conocían.

Podría decirse que la Sofrodynamia® está especialmente recomendada para todas aquellos que quieran crecer y desarrollarse, tanto si se encuentran sanos como si padecen algún tipo de enfermedad.

La Sofrodynamia® no es una terapia, pero es terapéutica. ¿Qué quiere decir esta aparente contradicción? Pues que estando planteada como una disciplina de desarrollo humano, nos encontramos con la sorpresa de que, una vez se entrena lo suficiente, se producen cambios terapéuticos, en ocasiones sorprendentes, que transforman un proceso patológico y generan un mejor estado de salud. Por eso, se piensa que la Sofrodynamia® es una terapia, porque para estas personas ha funcionado como tal. Pero a pesar de que para muchos enfermos haya habido un antes y un después en sus vidas, insisto, en que no puede presentarse como si fuese una terapia.

Podríamos preguntarnos, pues, ¿entonces cuáles son los campos de aplicación del entrenamiento sofrodynámico? A lo que habría que responder que la Sofrodynamia® ha demostrado ampliamente su utilidad en el ámbito de la medicina, de la psicología y, sobre todo, del desarrollo humano.

En el área de la salud se ha demostrado que no es un mero tratamiento sintomático para una enfermedad específica, sino, más bien, un instrumento integrador, armonizador y en cierto aspecto curativo del ser. Si quisiésemos concretar un poco más sus aplicaciones, valdría con leer el siguiente listado:

–          Mejora el estado de salud en general.

–          Es útil como prevención y tratamiento del estrés.

–          También como parte del tratamiento de las enfermedades y procesos psicosomáticos.

–          Ayuda a las personas de la tercera edad.

–          Para los enfermos crónicos o convalecientes de enfermedades graves.

–          Para todas aquellas personas que se encuentran involucrados en procesos importantes de cambios en sus vidas.

–          Como aportación al desarrollo humano, al crecimiento interior y al desarrollo espiritual.

Si entendemos bien todo lo anterior, es posible deducir que el aprendizaje y la práctica de la Sofrodynamia® puede ser de utilidad prácticamente para cualquier persona que lo desee.

En este sentido no existen demasiadas restricciones para su aprendizaje, salvo para aquellos sujetos que padecen alteraciones graves del estado o nivel de conciencia que le impidan mantener un nivel normal de comunicación (demencias, psicopatías graves, oligofrenias, niños muy pequeños, etc.).

Después de años de experiencia y de recibir el feed-back de miles de alumnos, es posible deducir algunas conclusiones acerca del tipo de personas a los que más ha beneficiado el entrenamiento sofrodynámico. Si quisiésemos agruparlos, diría que han recibido grandes beneficios personales los siguientes grupos:

1)   Aquellos alumnos que padecen patología psicosomática, ya que la Sofrodynamia® se muestra muy útil mejorar los trastornos de ansiedad, depresión o en la patología derivada del estrés, porque encuentran un alivio para sus síntomas y disponemos de un gran número de estrategias para la prevención y gestión del estrés.

2)   Personas afectadas por cambios importantes en sus vidas, tanto si dichos cambios han ocurrido ya, o bien en los momentos previos a que estos se produzcan. A estas personas les sirve para resituarse en su momento presente, les permite encontrar sentido a su manera de estar en el mundo y, además, les posibilita que puedan establecer direcciones de desarrollo mejorando mucho más su proceso de cambio consciente hacia las metas por ellos elegidas.

3)   Los sujetos que están involucrados en un proceso de crecimiento y desarrollo interior. Aquí la Sofrodynamia®, desde el profundo respeto a las diferentes religiones, los distintos modelos de desarrollo humano y las diferentes tradiciones espirituales, se sitúa más allá de  aquellos credos concretos y facilita las herramientas psicológicas, energéticas y espirituales, para que cada cual, según sus propias creencias, realice su búsqueda de una forma más segura y eficaz.

Personalmente, después de muchos años enseñando Sofrodynamia® no necesito muchos argumentos, más allá de lo que personalmente he comprobado año tras año, para convencerme del gran beneficio del método. Pero comprendo que para las demás personas, sobre todo aquellas más escépticas o que ni si quiera conocen el significado del término Sofrodynamia®, para ellos, es de suma importancia contar con pruebas suficientes que demuestran la valía y la solidez de mis propuestas.

Desde los comienzos he procurado siempre constatar por escrito las experiencias personales de los alumnos. Por eso cuento con numerosos autoinformes en los que cada persona refiere los cambios que se han producido en sus vidas, sus progresos y los beneficios recibidos gracias al entrenamiento sofrodynámico. Esto es un modo de evaluación de tipo subjetivo, pero de un gran valor práctico, al menos para mí, ya que recibo información acerca de qué es lo que más les ha beneficiado o qué dificultades han tenido durante su entrenamiento.

Además de estos autoinformes que, como he mencionado, son sumamente valiosos ya que relata la experiencia individual y personal de cada sujeto contada por él mismo, hace años que vengo realizando diferentes pruebas psicométricas para demostrar de una forma más objetiva aquello que, subjetivamente, cada persona afirma. Estos cuestionarios se pasan durante la sesión inicial y la sesión final en el grupo de entrenamiento de nivel inicial.

A modo de resumen, los datos objetivos revelan que el 91% de los alumnos refieren haber obtenidos importantes beneficios gracias a su práctica sofrodynámica, tanto en la dimensión, personal, familiar o laboral. También se han comprobado diferencias significativas en cuanto a mejoras del estrés, ansiedad y depresión.

Todo lo anterior permite afirmar que la Sofrodynamia® es una estrategia útil en todos los campos referidos anteriormente y posee un gran número de aplicaciones, tanto para sujetos sanos como para aquellos que padecen cierto tipo de enfermedades, ayudándolos en su curación y permitiéndoles vivir de una forma más armónica y feliz.

La mente del «dormido»

La mente del «dormido»

La mente del dormido

Muchos creen que están despiertos mientras duermen

Hace muchos años me contaron una anécdota de un maestro japonés al que, después de un largo viaje por occidente, le preguntaron en su monasterio acerca de cómo eran los occidentales. El maestro les contestó, – gente extraña. De día van dormidos, mientras por la noche toman pastillas para dormir-.

Muchos duermen y no lo saben. De ellos, son bastantes los que quisieran seguir durmiendo. Pero existe un determinado grupo de personas que cuando toman consciencia de su estado, son capaces de generar el impulso y la energía necesaria para comenzar a despertar. Sigue leyendo