“El amor como estado del ser ha de trascender la mera relación de pareja, por eso, si decidimos aceptar la responsabilidad de amar habremos de aprender a perdonar nuestro pasado y, al mismo tiempo, desarrollar un corazón generoso hacia los demás” (ANF)
sentido de la vida
La vida no está en los libros
Vivir la grandeza
“Muchos aspiramos a ser grandes, a vivir en plenitud, pero ¿dónde encontrar nuestra propia grandeza? ¿Tal vez por los caminos de la fama?, ¿quizás por los del poder?, ¿por los del dinero? ¿Y si la grandeza se ocultase en lo pequeño, en lo cotidiano, en la pureza de corazón o en esos actos desapercibidos que ponen su granito de arena para un mundo mejor….?”(ANF)
Cada cual construye su «Valle»
“Muchos me dicen aquello de que el mundo no es más que un”Valle de Lágrimas” y que hemos venido aquí para llorar y sufrir. Lamento que crean eso y se conformen con dicha perspectiva, porque yo me niego a admitirlo y, aunque sé que el sufrimiento es una realidad humana, sostengo que no hemos venido aquí para sufrir sino para ser felices, para hacer que otros también lo sean y para transformar nuestro mundo en un lugar mejor, haciendo que ese supuesto «Valle de Lágrimas» se convierta en el “Valle del Amor, la Felicidad y el Perdón”, ¿por qué no?” (ANF)
Recoger lo sembrado
“Cuando un campesino recoge su cosecha no suele preguntarse qué semilla planté, pues resulta una obviedad ya que siempre se recoge lo que se siembra. Por tanto, deberíamos plantearnos el modo en el que vamos a plantar en nuestra vida semillas de felicidad para que, llegado el momento, podamos recoger los frutos que deseamos” (ANF)
Las semillas de la vida
“Todo lo que sucede en la vida, tanto si nos gusta como si no, no son más que semillas para nuestra evolución, siempre que nosotros, el terreno que las recibe, las acoja del modo apropiado, las cuide como debe y permita que fructifiquen tanto para nuestro beneficio como para el de todos los seres que nos rodean.” (ANF)
Lo que enseñan los pacientes
“Dispongo de una privilegiada plataforma para crecer y desarrollarme. Cada día recibo lecciones por parte de muchos de mis paciente pacientes, en un sentido o en otro. Unos enseñan lo que hacer y otros lo que no.
Los primeros, son personas admirables, capaces de afrontar su enfermedad, en muchas ocasiones procesos graves y/o dolorosos, no sólo de una manera digna sino de un modo que yo llamaría ejemplar. Son como luces que nos alumbran y nos enseñan que, a pesar del dolor, el deterioro, el sufrimiento y, en muchos casos la certeza de una muerte próxima, es posible vivir el presente de un distinto a como lo hace la mayoría.
Hablan con normalidad de lo que tienen, son conscientes de la gravedad del proceso y de su posible evolución y, a pesar de eso, mantienen una actitud positiva ante la vida, una actitud de agradecimiento por lo que han recibido y son capaces de gozar y de disfrutar, en la medida de sus posibilidades, de todas las opciones de las que disponen y que la vida les presenta a cada instantes. Son maestros a la hora de aprovechar el aquí y el ahora
Alguna que otra vez, al escuchar sus relatos, tuve que hacer un esfuerzo por contener las lágrimas de emoción y de respeto que luchaban por salir, lagrimas que eran como una especie de agradecimiento por recibir las enseñanzas que, desde la enfermedad, me encontraba recibiendo y por la sensación de encontrarme con personas de nivel superior.
Otros, por el contrario, como ya dije, me enseñan lo que no he de hacer, como no he de actuar y son un ejemplo para mí de todo lo contrario. Y aunque trato de revertirles esta tendencia por todos los medios a mi alcance, he de confesar que no siempre tengo éxito.
No obstante a pesar de todo, a los unos y a los otros, mi agradecimiento y mi respeto, como grandes maestros que son del arte de sufrir y del arte de vivir” (ANF)
El camino ético
“En un camino ético conviven los derechos y las obligaciones. Si lo que tú te permites hacer lo ves mal cuando lo hacen otros. Si lo que consientes con agrado a quienes consideras próximos, lo vives como algo intolerable cuando lo realizan los distantes, deberías entonces revisar tu noción de honestidad, es posible que hayas perdido el sendero de la ética o tal vez nunca transitaste por él.” (ANF)
Aprender a soltar
“Cuando una experiencia es grata tratamos de aferrarnos a ella manteniéndola cerca todo el tiempo que nos es posible. Esa es la tendencia natural y habitual en la mayoría de las personas. Pero en muchas ocasiones, el esfuerzo por querer retener aquello que se aleja, aquello fluye, aquello que se escapa, suele generarnos tensión, frustración y a veces una tristeza innecesaria. Aprender a decir adiós en el momento justo nos ayudará a cultivar el desapego, transformar las emociones perturbadoras y, en definitiva, a vivir más en paz” (ANF)
Nuestro increible cerebro
“Es nuestro cerebro un órgano con un alto consumo de energía en comparación con su tamaño. Gasta, aproximadamente, el 20% del consumo total del organismo y es bastante sensible a deficiencias en la oxigenación y en los niveles de glucosa, por tanto, en el aporte sanguíneo.
Hoy día sabemos que además de las neuronas, otras células cerebrales, las Células de la Glia que hasta ahora se consideraban como que solamente tenían una función de soporte, juegan un papel fundamental en los procesos neurológicos. Recientemente se les está teniendo en más consideración en las investigaciones actuales.
Para mantener nuestro cerebro en buena forma y evitar en la medida de lo posible los procesos de deterioro por el envejecimiento, se ha comprobado que además de los nutrientes necesarios que ingerimos a través de la alimentación, es especialmente importante evitar hábitos tóxicos como el tabaco o el consumo excesivo de alcohol, y se ha demostrado especialmente eficaz para el buen funcionamiento del cerebro la realización de ejercicio físico moderado llevado a cabo de forma habitual y el entrenamiento de las distintas habilidades mentales, tanto intelectuales como motrices.
Recientes investigaciones vienen a confirmar lo que tradicionalmente ya enseñaban las distintas tradiciones espirituales y que cualquier persona con cierto sentido común podía sospechar, y es que para un correcto funcionamiento cerebral es de suma importancia algunos aspectos como el contacto con la naturaleza, la interacción positiva con otras personas, el silencio, el ritmo sueño-vigilia ligado a los ritmos solares y la práctica de los estados de meditación, entre otros factores.
Curiosamente se ha constatado un aumento de la dopamina, neurotransmisor cerebro relacionado con los estados de felicidad, en los estados de enamoramiento y cuando la persona practica acciones altruistas.
Tal vez sea por eso que el amor y la generosidad sean dos buenas medicinas, en muchos sentidos, para todos los seres humanos.” (ANF)

