El membrillo

El membrillo

Por Dª Gracia María Casado, Nutricionista y colaboradora del C.M.I. Dr. Nougués

Se encuentra en plena temporada de recolección y por ende en su momento óptimo de consumo, (finales de septiembre, pudiendo alcanzar las variedades más tardías hasta febrero). Tradicionalmente se ha usado en dietoterapia (alimentación aplicada en situación de enfermedad) por sus propiedades astringentes y tónicas sobre las mucosas intestinales. Las numerosas pepitas del fruto contienen abundante mucílago, un tipo de fibra soluble, que también está en los cartílagos de los carpelos y que se emplea en la industria farmacéutica y en la cosmética.

Se trata de una fruta cuyo contenido en azúcares es bajo y consecuentemente su aporte calórico también, sin embargo dado su sabor agrio y astringente suele consumirse como la conocida “carne de membrillo o dulce de membrillo”, en cuya elaboración se añade azúcar a no ser que se sustituya por edulcorantes, de forma que su aporte calórico se ve aumentado. Otras formas frecuentes de preparación son: mermeladas, compota, pudín, asado…, incluso puede usarse para la elaboración de licor y vino de frutas en algunas zonas. Es por esto, que se recomienda precaución en personas que padezcan diabetes, hipertrigliceridemia, exceso de peso… aunque en estos casos se puede recurrir a su versión con edulcorantes. En muchas ocasiones es también frecuente combinarlo con requesón, queso fresco o nueces constituyendo así una alternativa muy saludable para los almuerzos y las meriendas de los más pequeños. Y en el caso de que se tome acompañado de galletas, tostadas (pan) o frutos secos resulta un aperitivo energético para quienes necesitan un aporte extra de calorías, como deportistas, personas con inapetencia secundaria a diversas enfermedades o quienes desean aumentar de peso.
Si bien es  destacable su escaso contenido en vitaminas y minerales, salvo el potasio y cantidades discretas de vitamina C (aunque esta última, al consumirse habitualmente cocinado), a penas es aprovechable. Por contrapartida es una fuente abundante de fibra (pectina y mucílagos, presentes en la pulpa) y taninos, sustancias que le confieren las diferentes propiedades saludables que le son atribuidas, como por ejemplo su poder astringente por excelencia, ya que por un lado la pectina reduce el tránsito intestinal al retener agua y, los taninos, también presentan propiedades astringentes además de antiinflamatorias al secar y desinflamar la mucosa del intestino, resultando así eficaz en el tratamiento de la diarrea. Por otra parte, la pectina aumenta el pH (disminuye la acidez) al llegar el ácido bien mezclado y neutralizado con los alimentos y la propia fibra, por lo que también se indica su ingesta en caso de trastornos gástricos (estómago delicado, gastritis, úlcera gastroduodenal…).

Además, contiene ácido málico (presente en la pulpa junto a la pectina), ácido orgánico que forma parte del pigmento vegetal que proporciona sabor a la fruta, con propiedad desinfectante y de favorecer la eliminación de ácido úrico. Igualmente, la fibra soluble forma geles viscosos que fijan la grasa y el colesterol, con lo que disminuye la absorción de dichas sustancias, y esto es positivo en caso de hipercolesterolemia.

Por último, dado su elevado contenido en potasio y bajo en sodio, el dulce de membrillo resulta recomendable en personas con hipertensión arterial o afecciones de vasos sanguíneos y corazón, no asociadas a exceso de peso. No obstante, su consumo deberán tenerlo en cuenta quienes padecen de insuficiencia renal y requieren dietas especiales controladas en este mineral. Frente a ellos, quien tome diuréticos (que eliminan potasio) y las personas con bulimia; debido a los episodios de vómitos autoinducidos que provocan grandes pérdidas de este mineral, les conviene consumir esta fruta. Y tampoco olvidemos la importante labor que el potasio juega para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, así como su papel en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.

Dieta cardiosaludable

Dieta cardiosaludable

Por Dª Gracia María Casado, Nutricionista y colaboradora del C.M.I. Dr. Nougués

Como en muchas otras patologías crónicas, hoy por hoy cada vez son más numerosas las evidencias que ponen de manifiesto la importancia de la dieta como una parte más a considerar dentro del tratamiento terapéutico y general de cualquier patología. La enfermedad cardiovascular es un buen ejemplo de ello. En ella la base de la dieta, a la que denominamos “Dieta Cardiovascular o de Protección Cardiovascular”, es la dieta mediterránea, con las modificaciones que requiere cada paciente de manera totalmente individual, y por supuesto, teniendo en cuenta sus características antropométricas y la/las patología/as que curse junto a la afección cardiaca. Por tanto, no se trata ni existe una dieta  que sea especial y específica frente a la patología cardíaca, sino que se trata de una dieta sana, equilibrada, natural, cuyo máximo exponente en la actualidad es la Dieta Mediterránea, una alimentación caracterizada por el predominio de alimentos de origen vegetal (frutas, verduras y hortalizas, cereales…),

Como es sabido, la dieta tradicional de los países de la cuenca mediterránea, se ha visto influenciada por diversas culturas durante miles de años, y beneficiada por las características geográficas de la zona de comercio marítimo. El concepto de dieta mediterránea y su beneficio para la salud, está actualmente reconocido, gracias a múltiples estudios epidemiológicos, que comenzaron a raíz del estudio de los siete países, base científica que atribuyó virtudes saludables a la dieta mediterránea, puesto que los resultados mostraron un menor índice de mortalidad, principalmente por accidentes cardiovasculares, en las poblaciones desarrolladas alrededor de esta área.

La tradicional dieta mediterránea reúne bajo sus características todos los alimentos recomendados para prevenir la enfermedad cardiovascular o reducir su morbi-mortalidad, como son: un consumo elevado de aceite de oliva, frutas y vegetales frescos, legumbres, cereales y pescado, y por otro lado, una baja ingesta de carnes y grasas saturadas, azúcares simples y lácteos, así como por una ingesta moderada de alcohol. Esto implica desde el punto de vista nutricional un mayor consumo de grasas insaturadas y menor de saturadas, más alimentos naturales con más fibra y sustancias antioxidantes, y una menor ingesta de proteínas y azúcares refinados.

La representación más conocida de esta pauta alimenticia es la Pirámide de la alimentación saludable basada en la Dieta Mediterránea,  en la que se reúnen las fuentes alimentarias más destacables con las reseñas sobre la frecuencia de consumo recomendadas.

En el último siglo la dieta habitual de los países mediterráneos se ha visto modificada notablemente, debido al cambio en los estilos de vida, y a las grandes presiones comerciales que lleva implícita la globalización del mundo actual. El resultado ha sido una importante modificación de la dieta tradicional y sus patrones de ingesta, que han pasado a ser patrones típicos de países industrializados occidentales, con una importante ingesta de alimentos de origen animal (carnes y productos lácteos), y un consumo más bien bajo de alimentos vegetales (frutas, hortalizas, cereales y frutos secos). Este patrón desequilibrado se caracteriza por una  ingesta alta de grasas saturadas y azúcares refinados, y baja de fibras y micronutrientes, complementado con la actual influencia del consumo de alimentos “enriquecidos” y suplementos dietéticos con los que se trata de compensar las carencias vitamínicas y minerales, muy presentes en la población actual de estos países.

La dieta mediterránea se puede considerar “prototipo de dieta” en la prevención de enfermedades cardiovasculares, y un estándar básico de dieta equilibrada y saludable.

Condimentos y especias

Condimentos y especias

Por Dª Gracia María Casado, Nutricionista y colaboradora del C.M.I. Dr. Nougués

Bajo el nombre de especias o condimentos (provenientes de semillas, frutos o cortezas secas) se denominan ciertos aromatizantes de origen vegetal, usados para preservar o sazonar los alimentos. Su uso, con el objetivo de definir los sabores gracias a sus propiedades aromatizantes, cada vez es mayor y permiten de este modo que alimentos insípidos y/o desagradables, pasen  a ser sabrosos sin perder sus propiedades nutritivas. Si bien el valor nutricional de éstas no es demasiado alto, algunas pueden contener calcio, hierro y alguna vitamina. Sin embargo, su efecto sobre el apetito es relevante.

Igualmente es importante saber que muchas de ellas deben tomarse con precaución ya que pueden resultar tóxicas en concentraciones elevadas, así como otras presentan compuestos incapaces de ser absorbidos por el organismo siendo eliminados directamente y otros son destruidos por las propias enzimas digestivas.

En la actualidad son y se proponen como una alternativa saludable para la condimentación de nuestros platos, reduciendo así el contenido en sal y aceite a usar, lo que resulta de interés frente a numerosas patologías estrechamente relacionadas con su uso (hipertensión, obesidad/sobrepeso, enfermedad cardiovascular…)

Pero sus usos son varios y vienen dándose desde la antigüedad, por ejemplo junto con el comentado anteriormente, puede destacarse también su aplicación con fines medicamentosos, de conservación, de remedio casero, como cosméticos (en perfumería y belleza), etc.

En términos generales podemos clasificarlas en hierbas y especias que modifican el sabor/color (azafrán, canela…) y aquellas que excitan el paladar (pimienta, chile…). Se habla de hierbas (aromáticas) paralelamente, pues de acuerdo a numerosas clasificaciones, bajo el término de especias también quedan englobadas algunas de ellas. En el caso de las hierbas, la procedencia son hojas de plantas. En este caso sólo “perfuman” la comida y no son tan valoradas como las especias propiamente, ya que su cultivo es doméstico y relativamente fácil, pudiendo hacerse en una huerta o jardín pequeño. Algunos ejemplos serían: la albahaca, el laurel, el hinojo, la menta, el orégano, el perejil, el romero y el tomillo.

Existen una variedad enorme de especias en general, pero entre las más destacadas podemos hacer mención a la albahaca, el azafrán, la canela, el jengibre, el orégano, el perejil, la pimienta blanca, el tomillo, etc. Dentro de ellas inclusive podemos  encontrar aquellas que al mismo tiempo son también un alimento en sí, es el caso de la cebolla, el ajo, o el propio pepino (que como encurtido se considera especia), por ejemplo.

Pongamos sabor natural a las comidas, mediante fuentes naturales.

Uvas: Benefíciaté de sus propiedades

Por Dª Gracia María Casado, Nutricionista y colaboradora del C.M.I. Dr. Nougués

La uva o grano de uva es el nombre que recibe el fruto que crece formando racimos de la vid, planta que fue de las primeras cultivadas por el hombre y cuyo consumo a lo largo de la historia de la humanidad, se ha visto influenciado por numerosos hechos (mitificación del vino por el cristianismo, plagas…).

Existen innumerables variedades de uvas con grandes diferencias entre sí; en forma, tamaño, tonalidad de los frutos, productividad, calidad, etc. Todas ellas se han clasificado tradicionalmente según su destino final sea para vinificación o para consumo de mesa. La uva de mesa ha de tener acidez baja, ser pobre en azúcares y cumplir ciertas normas de tamaño, color y forma. La uva Moscatel quizás sea la variedad más popular, (si bien hay muchas más), debido a su delicado aroma y su delicioso sabor dulce. Los granos son grandes, redondos, muy lisos, con la piel blanca, negra o roja. Las uvas pasas más apreciadas se obtienen de las variedades sin semillas, de acidez baja y ricas en azúcares. Por su parte las variedades destinadas a elaborar el vino de mesa, han de tener acidez relativamente alta y un contenido medio de azúcares.

Esta fruta va madurando según las variedades y las zonas de cultivo desde mediados de verano hasta principios del invierno. Su recolección se lleva a cabo en cuanto es posible la etapa de maduración, (mediados de septiembre y final de noviembre). Por tanto, las uvas frescas de temporada se pueden degustar durante los meses de otoño y principios de invierno. Conocer estos aspectos al igual que en cualquier otra fruta, es importante pues será en su temporada cuando nos beneficiemos de su máximo contenido nutricional y de unas óptimas características organolépticas.

Su composición varía según se trate de uvas blancas o negras. En ambas destacan dos tipos de nutrientes: los azúcares, principalmente glucosa y fructosa, más abundantes en las uvas blancas y las vitaminas (ácido fólico y vitamina B6), ésta última en una cantidad que solo se ve superada por las frutas desecadas y las frutas tropicales. Su riqueza en azúcares, les convierte en una de las frutas más calóricas. Estos azúcares se absorben rápidamente, proporcionando energía rápida e inmediata, con muy poco gasto energético y por ello se puede decir que la uva es un excelente recuperador energético, sin embargo, por este alto contenido se recomienda un consumo moderado en caso de diabetes. En cualquier caso, destacar que las uvas cultivadas en regiones frías suelen tener menor contenido que las cultivadas en terrenos cálidos y secos. Entre los minerales, el potasio es el más abundante y se encuentra en mayor cantidad en la uva negra; mientras que el magnesio y el calcio están en cantidades moderadas y son más abundantes en la uva blanca.

 Además de los efectos beneficiosos por su composición nutricional, hay que destacar los derivados de otra serie de sustancias, cuyas propiedades son objeto de estudio en recientes investigaciones. Es el caso de los compuestos fenólicos, (abundantes en las uvas y responsables de su color y sabor), tales como antocianos, taninos y flavonoides (resveratrol, predominante en uvas negras y rojas), todos ellos con potente acción antioxidante. De ahí las propiedades atribuidas a un consumo moderado de vino tinto, pero sin olvidarnos que no hay necesidad de incorporara alcohol en la dieta, pues la fruta en sí ya las aporta.

Por último si comparamos las uvas frescas y las pasas, tanto a nivel nutritivo como energético las diferencias son notables, pues estas últimas son mucho más energéticas, (hasta cuatro veces superior). Del mismo modo el resto de nutrientes también está más concentrado, por lo que el contenido en fibra, vitaminas y minerales es mayor. Así por ejemplo, el ácido fólico interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis material genético y la formación anticuerpos del sistema inmunológico. La vitamina B6 ayuda a mantener la función normal del cerebro, actúa en la formación de glóbulos rojos e interviene en el metabolismo de las proteínas. El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.

Plantas para la salud: Lino (Linus ussitatissimun)

El lino (Linum ussitatissimun) es una planta originaria de la región del Nilo y Mesopotamia, cultivada por los seres humanos desde tiempos inmemoriales. Conocido en Babilonia hace más de siete mil años, ha sido ampliamente trabajado en las regiones de Asía Menor y Palestina.

Desde la antigüedad, ha servido a la humanidad para fabricar tejidos a partir de sus fibras, y sus semillas se han utilizado para obtener harina con la que hacer panes, galletas, etc,  y un aceite muy utilizado para diversos usos, no sólo alimentario.

Es rico en fibras vegetales, mucílago,  vitaminas E y del grupo B, oligoelementos y  minerales, ácidos grasos omega-3 y omega-6, por lo que también es útil para el control del colesterol. Contiene lignanos que ejercen un efecto protector sobre el cáncer de colon.

Hoy día la Agencia Europea del Medicamento reconoce su uso para el tratamiento del estreñimiento habitual y para el alivio sintomático de molestias intestinales leves, así como en colon irritable, diverticulosis, gastritis, etc.

También puede usarse por vía externa para afecciones cutáneas  y procesos dolorosos.

RECETA PARA EL ESTREÑIMIENTO: Póngase una cucharada sopera de semillas de lino en un vaso de agua mineral sin gas. Taparlo y dejarlo macerar durante doce horas. Se hará una preparación por la mañana y se toma por la noche, y otra preparación por la noche para tomarlo por la mañana. Tómese el contenido, con el agua, masticando bien las semillas, y después tomar otro vaso de agua.

No debe esperar un efecto laxante brusco, sino una regulación progresiva del tránsito intestinal.

Aceite esencial de Lavanda

Es uno de las más conocidos y utilizados aceites esenciales debido a la gran cantidad de usos recomendados que posee. Se obtiene a partir de la Lavandula angustifolia y también de la Lavándula officinalis. Menos conocido es el que se obtiene a partir de la Lavandula Vera, aunque este último posee la característica de que se puede aplicar directamente sobre la piel.

Es un aceite que podríamos denominar “de amplio espectro”, por lo que se usa para un gran número de afecciones diferentes.

Es un gran antiséptico y cicatrizante que ayuda a curar las heridas. También mejora la calidad del sueño y alivia las cefaleas y otros tipos de dolores. Se usa además en cistitis, leucorreas, y para también en el tratamiento de cuadros gripales y catarrales.

Desde el punto de vista emocional es muy útil para combatir la ansiedad y la agitación, la impaciencia, el desasosiego y la angustia. También surte buenos efectos sobre el cansancio y el abatimiento, sobre todo en personas inquietas y estresadas.

La lavanda armoniza las emociones y nos ayuda a obtener calma espiritual y sosiego interio

Aromaterapia y aceites esenciales

Aromaterapia y aceites esenciales


Los aceites esenciales han venido siendo utilizados con diversos fines, tanto medicinales como no medicinales, desde hace miles de años por la mayoría de civilizaciones conocidas. Para los Alquimistas medievales, los aceites esenciales constituían el alma de las plantas.

Los aceites esenciales son substancias complejas de tipo aromático que dan el olor característico a las flores y las plantes. Son volátiles y se pueden obtener a partir de la planta de origen mediante destilación o mediante extracción.

La Aromaterapia es un término acuñado en 1928 por Gattefossé para definir la rama de la Fitoterapia que se caracteriza por la utilización de los aceites esenciales para el tratamiento de diversas dolencias físicas o emocionales.

Algunos aceites esenciales, no todos, pueden administrarse por vía interna, aunque manteniendo ciertas precauciones debido a que son irritantes de la mucosa gástrica. Pero lo habitual es que se utilicen por vía externa, bien sobre la piel, o en el agua del baño o formando parte de los aceites de masajes o por vía inhalatoria.

Hay que tener ciertas precauciones en su uso, sobre todo con los ojos, y no se recomiendan a embarazadas y niños pequeños. También hemos de tener cuidado con las pieles especialmente sensibles.

Suelen ser muy concentrados por lo que se necesitan pequeñas cantidades para obtener un buen efecto, y usándolos adecuadamente podemos obtener importantes beneficios para el mantenimiento de nuestra salud, tanto física como emocional.

Combatir catarros y gripe a través de la alimentación

Por Dª Gracia María Casado, Nutricionista y colaboradora del C.M.I. Dr. Nougués

Entrada ya esta época del año, comienza el frío y aumenta la frecuencia e intensidad de los catarros virales y la gripe, ya que:

  • Al hacer más frío no ventilamos tanto los espacios comunes o privados, lo que favorece una mayor concentración de virus y bacterias en el ambiente.
  • Nuestro sistema inmune está más forzado para combatir las bajas temperaturas, y además está sometido a constantes cambios de temperatura (de la casa al coche, del coche a la calle, de la calle a la oficina/clase…)

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Reishi y cáncer

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Hace unos años se publicó una interesantísima investigación realizada por el Departamento de Bioquímica de la Universidad de Puerto Rico, y publicado en la revista “Nutrition and Cáncer”, en septiembre de 2011, acerca de las posibilidades que ofrece este hongo para complementar el tratamiento de ciertos tumores, en concreto el cáncer Inflamatorio de Mama, una de las variedades de tumores mamarios más agresivos. Sigue leyendo

Plantas para la salud: El Reishi (Ganoderma lúcidum)

El Reishi o Ganoderma lucidum es un hongo que crece como parásito en una gran variedad de árboles tanto en zonas boscosas del norte de Asía como en zonas tropicales  y templadas de Norteamérica, Sudamérica, África y Europa.

En China es altamente apreciado, siendo considerado como “el hongo de la inmortalidad” debido al gran número de propiedades curativas que posee. Se ha venido utilizando  en la Medicina Tradicional China como un medicamento por más de 4.000 años, siendo por tanto una de las setas con usos terapéuticos más antiguas que se conoce.

Contiene terpenoides amargos que inhiben la liberación de histamina,  polisacáridos y una serie muy importante de principios  bioactivos (gonadosterona, ácido oleico, lecitinas, etc.) que le confiere unas propiedades medicinales muy interesantes, que van desde el campo de las reacciones alérgicas, a la oncología, pasando por su utilización como adaptógena, antiparasitaria, antiviral, hipotensora, antiagregante plaquetario, así como efectos significativos sobre el control del azúcar y colesterol.

Últimamente están apareciendo numerosos estudios de laboratorio que ponen de manifiesto efectos antineoplásicos ante diversos tipos de cánceres, propiedad ésta reconocida incluso por la OMS. También se ha comprobado el efecto beneficioso para reducir los efectos secundarios tanto de la quimioterapia como de la radioterapia.

En nuestro medio suele consumirse en forma de cápsulas, tabletas o viales, tanto solos como formando parte de una mezcla con otros hongos.