Saber alimentarse

Saber alimentarse

saber alimentarse“Nadie duda hoy día de la importancia que tiene en nuestras vidas el modo en el que comemos y nos alimentamos, así como la repercusión de dichos hábitos dietéticos en el mantenimiento y la conservación de la salud, la mejora de los procesos de envejecimiento y la calidad de nuestra vida.

A pesar de todo ello, con frecuencia, recibo pacientes a los que tras el diagnóstico de una enfermedad o después de una operación se les dice “usted puede comer lo que quiera”.  Pero cuando dichos paciente lo hacen, porque se lo ha indicado su médico, constatan que dicho consejo no es el más apropiado y en lugar de sanar se encuentran peor.

Recuerdo un día en el que visitaba a una querida amiga que había sido sometida a una complicada operación abdominal. Tras despertar de la anestesia no tuvieron otra idea para comenzar la alimentación que servirle tortilla a la francesa y pescado en adobo, ¡quien sería el lince que diseñaba el menú!

Y es verdad que los seres humanos tenemos una gran capacidad de adaptación a la hora de consumir distintos tipos de alimentos y probablemente sea la especia que tiene más variabilidad alimentaria, pero si tenemos en cuenta que no existe especie alguna en el planeta que sea capaz de comer cualquier cosa, en cualquier cantidad, y en cualquier época del año o momento del día, habremos de reflexionar acerca de si nosotros podemos hacerlo o no.

Si damos a un perro el alimento del canario, enfermará gravemente. Igual si hacemos lo contrario. Pero tenemos la idea que los seres humanos, al ser “omnivoros”, podemos comer “de todo”, en cualquier momento y en cualquier cantidad.

Para los humanos el acto de comer es más que la mera satisfacción de una necesidad biológica, para nosotros es un hecho social y cultural, pero el proceso íntimo de la nutrición no deja de ser más que un acto fisiológico y, por tanto, sigue unas reglas según nuestra propia naturaleza. Eso no deberíamos olvidarlo. Somos naturaleza y hemos de seguir sus leyes.

Por otro lado, el arte de bien comer, tampoco debiera convertirse en una especie de tortura cotidiana en la que quedamos atrapados entre distintas elecciones culinarias y sentimos un cierto remordimiento en caso de ingerir algo poco apropiado.

A veces no podemos elegir lo que sería ideal, pero siempre podemos tener ciertas opciones respecto a cómo alimentarse más correctamente. Con frecuencia escucho la excusa de “es que yo como mucho fuera”, y ciertamente eso puede entrañar una determinada dificultad, pero en mi caso, que he comido también mucho fuera, no recuerdo nunca que un camarero me obligase a tomar lo que no quería sino que siempre me sirvieron lo que les pedí. Así que en última instancia, y dentro de lo posible, fui yo quien decidió que tomar.

Así que, como en la mayoría de las cosas que nos atañen, una gran parte de responsabilidad hemos de asumir respecto al modo en el que nos alimentamos.

Desde mi punto de vista no existe una dieta única y universal que sirva para todas las personas. Lo que comemos nosotros en verano con temperaturas próximas a los 40º y con un trabajo sedentario, debiera ser distinto de lo que consume un minero que habita en climas fríos. Es de sentido común.

Por eso, tener en cuenta la edad, el tipo de trabajo, el clima y las peculiaridades individuales de cada persona son factores fundamentales a la hora de elegir una buena alimentación.

Existen una serie de consejos generales, pero siempre hay que individualizarlos. Una dieta apropiada ha de ser rica en frutas y verduras, preferentemente ecológicas y de temporada. Las legumbres y los cereales, salvo que exista alguna contraindicación, debieran estar presente y el pescado, la carne y los huevos, si no se es vegetariano, podrían consumirse de 1-2 veces a la semana. Otros aportes de proteínas como el tofu, el temphe, etc, pueden estar indicados en ciertos casos.

Evitar los productos envasados, de sobres, precocinados, así como el uso de conservantes y exceso de aditivos químicos también es algo a considerar.

Por último, la calidad del agua no ha de olvidarse, ya que  es aconsejable ingerir  unos dos litros al día de agua de buena calidad para el correcto funcionamiento del organismo.

Algunos se preguntarán que no he mencionado los lácteos. ¿Qué sucede con ellos? ¿Qué ocurre con el famoso calcio y el miedo a perderlo?…. Este es un bonito y complejo asunto al que dedicaré unas palabras en otro momento.” (ANF)

Día Mundial de la Salud

dia mundial de la salud“Celebramos hoy el Día Mundial de la Salud, fecha que fue instituida como conmemoración de la fundación de la Organización Mundial de la Salud en el año 1948. Cada año se dedica a un problema sanitario concreto. Este año el tema escogido ha sido la hipertensión (HTA).

La hipertensión arterial (tensión alta) es conocida también como “el asesino silente” ya que de una manera callada e insidiosa va afectando al organismo, sobre todo a nivel vascular, de tal manera que cuando aparecen clínicamente los primeros síntomas es ya demasiado tarde para revertirlos.

La hipertensión se relaciona sobre todo con complicaciones a nivel cardiovascular, que pueden afectar a la vista, a los riñones, corazón o cerebro, entre otros
órganos. Si se asocia a otros factores de riesgo como la diabetes o la obesidad, se incrementa la posibilidad de una mayor y más precoz afectación del organismo. hipertensión

Según nos muestran las estadísticas la HTA, la padecen en el mundo uno de cada tres adultos, aumentando la proporción con la edad. Pero hemos de saber que es una patología sobre la que podemos actuar mediante acciones preventivas. Las más importantes son:

  • Mantener una dieta equilibrada, con abundante proporción de frutas y verduras
  • Moderar y disminuir la ingestión de sal
  • Evitar la ingestión excesiva de alcohol
  • Mantener un peso apropiado
  • Hacer ejercicio físico con regularidad
  • Evitar el consumo de tabaco

Desde el punto de vista de la Medicina Integrativa, además de los fármacos convencionales, disponemos de una serie de productos sencillos y fáciles de consumir que resultan de ayuda para el control de la HTA, como por ejemplo el ajo, condimento culinario que encontramos en la mayoría de nuestras cocinas, y que entre sus numerosas virtudes se encuentra la de mejorar la tensión arterial.

ajo-HTAEl magnesio, bien como suplemento o bien a través de los alimentos ricos en él, es también bastante útil para la HTA.

Plantas como el espino blanco, las hojas de olivo y la pasiflora (cuando existe un componente emocional) son también bastante útiles, así como ciertos suplementos como por ejemplo el Coenzima Q-10, resultan apropiados para estos casos.

Disponemos también de otros muchos tratamientos eficaces para el control de la HTA como la acupuntura, la homeopatía o el entrenamiento en técnicas de relajación, que se ha demostrado especialmente útil en las personas con un componente importante de somatización.

Más allá de este comentario sobre la HTA, el Día Mundial de la Salud, debiera estimularnos a reflexionar sobre los modos más adecuados para aplicar los cambios necesarios en orden a promover la salud en nuestras vidas y facilitar el mantenimiento de la misma en nuestros ambientes.» (ANF)

La importancia de la hidratación

La importancia de la hidratación

hidratarse“En la medida que se va aproximando el tiempo más caluroso y las pérdidas de líquido se harán más ostensibles, hemos de recordar la importancia que tiene mantener la hidratación apropiada. El agua es imprescindible para la vida y un elemento crucial en el mantenimiento de nuestra salud. Somos agua en 2/3 de nuestra composición, y el agua juega un papel fundamental en la conservación de la composición del medio interno. Es el disolvente universal, diluye los tóxicos y ayuda a su eliminación a través de los emuntorios; favorece la correcta hidratación de la piel; es la base de  nuestra sudoración, lo cual contribuye a mantener la temperatura y a eliminar toxinas; favorece el peristaltismo intestinal y los estados de relajación; etc. En un adulto sano, deshidrataciones del 2,8% del peso corporal, debido al calor o al ejercicio intenso,  conlleva una disminución de la concentración, del rendimiento físico, de la memoria a corto plazo, un aumento del cansancio, cefaleas y reducción del tiempo de respuesta. Para la correcta hidratación hemos de ingerir cada día unos 3 litros de agua, que podrán distribuirse del siguiente modo: aproximadamente 1.5 litros de agua o infusiones y el resto a través de bebidas lácteas o de soja, zumos de frutas, bebidas refrescantes acalóricas y bebidas carbonatadas. Hay, además, un aporte de agua a través de los alimentos, sobre todo en aquellas dietas ricas en frutas y verduras. No debemos, pues, olvidar que el correcto aporte de agua diariamente constituye una parte importante de nuestra alimentación y, por tanto, de nuestra salud” (ANF)

Nutrirse globalmente

Nutrirse globalmente

nutrirnos globalmente“Normalmente, cuando se habla de nutrición y alimentación, lo más  habitual es hacer referencia solamente al conjunto de macronutrientes y micronutrientes que alimentan el cuerpo físico. Pero si consideramos al ser humano como algo más que un cuerpo físico, habría que tener en cuenta, también, como realizar una correcta nutrición de nuestros pensamientos, de nuestras emociones y de nuestro espíritu, en orden a conseguir un estado adecuado de salud”· (ANF)

Dieta y cáncer

Dieta y cáncer

dieta y cancer“Los alimentos que consumimos juegan un papel fundamental en nuestra salud. Esto parece estar claro hoy día. Pero a pesar de las evidencias científicas actuales, todavía no ha sido incorporado del modo que debiera a la práctica clínica de muchas especialidades médicas.

Así por ejemplo, tenemos que en el primer informe global sobre dieta y cáncer publicado en 1997 por el Fondo Internacional para la Investigación del Cáncer junto con el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, y en el que se evaluaron más de 4.000 estudios sobre dieta y cáncer, no deja lugar a dudas sobre la íntima relación entre ambos aspectos.

De tal manera es así que, según dicho informe, se estima que un cambio en la dieta puede reducir la incidencia global de cáncer entre un 30 y un 40 por ciento, lo que equivale a entre tres y cuatro millones de casos anuales en todo el mundo.” (ANF)

Prepararse dietéticamente para primavera y verano

Prepararse dietéticamente para primavera y verano

primavera veranoPor Dª Gracia María Casado, Nutricionista y colaboradora del CMI Dr. Nougués

Inmersos en el ciclo natural de las estaciones, dejamos atrás el invierno para enfrentarnos con la primavera y verano. Comienza el calor, las alergias, cambia la hora, aparece el cansancio y debilidad (lo que se conoce como astenia primaveral)… y como resultado nuestro organismo se ve resentido. Sin embargo, algunos de estos efectos podrían verse disminuidos, si estamos preparados.

De nuevo la alimentación adecuada, nos ayudará a mejorar nuestras defensas. Y no olvidemos como parte de ella, la correcta hidratación pues el agua es también un nutriente, y en esta época del año vuelve a convertirse en objetivo de numerosas campañas de prevención y promoción de la salud. Aunque el modo de preparación de los alimentos también contribuye a la misma.

Hemos de tener presente que los hábitos “cambian” en cada estación, así la primavera sugiere una mayor actividad, y por consiguiente más sangre en los músculos, pero si ésta está intoxicada por los residuos del metabolismo de grasas, proteínas, etc (productos del proceso digestivo en definitiva), no ofrecerá el aporte de nutrientes y de oxígeno necesarios. Además, la llegada de la primavera permite disponer de la energía solar, y de este modo nuestro organismo no tendrá que procesar ni almacenar grasa para el mantenimiento de la temperatura corporal, entre otras necesidades.

Así es importante evitar comidas copiosas y pesadas, que causen  malestar, más aún por la noche (intenta cenar varias horas antes de dormir). Por ejemplo, optar por preparaciones al vapor (son suaves) o salteados (cocinarlos brevemente a temperatura alta y con poco aceite), ya que son más fáciles de digerir. Del mismo modo se tiene y debe comenzar la mañana de forma energética, con un buen desayuno, compuesto por cereal, lácteo, fruta, aceite de oliva y si lo deseas algo de alimento proteico (pechuga pavo, jamón cocido o jamón  serrano). Frutas y verduras se convierten en alimentos predilectos, al ser tan fáciles de preparar, tan variados y tan sanos. Mejor aún si los tomamos crudos ya que la pérdida de micronutrientes (vitaminas y minerales), será mínima. El pescado predominará sobre la carne, que como siempre deben ser magras, reduciendo al máximo el contenido graso de un modo fácil.

Las bebidas refrescantes, serán deliciosos zumos de fruta, agua o infusiones frías, lejos de refrescos y similares cuyo aporte se basa únicamente en azúcares simples.

Tampoco confundamos ni asociemos que este estilo de vida algo más activo durante estos meses del año, significa comer mal, comer comida rápida o tapas, excederse en el alcohol, o en el peor de los casos saltarse comidas.

Si comemos fuera, consumir productos de temporada, frescos y variados, y escoger un entrante a base de verduras crudas o cocidas, un segundo plato de fácil digestión como pescado, y un postre a base de lácteos o frutas. Éstas son el mejor postre, tentempié y refresco. Con alto poder saciante y muy ricas en agua, fibra, minerales y vitaminas, serán ayuda en: los regímenes hipocalóricos, para la hidratación, para el buen mantenimiento y protección de la piel, (la cual tampoco debemos descuidar en esta época), etc.

Ni que decir que cuidemos las intoxicaciones alimentarias y la tentación de emprender “previo a”, alguna de las conocidas dietas milagro, que a marcha forzada, se inician para conseguir “milagros” en solo unas semanas. Magia no es realidad y reflexionemos si se trata de pasar bien este período estival o por el contrario, vamos a dar lugar a la aparición de alguna enfermedad que puede ser irreversible, por habernos descuidado tanto.

La dieta correcta

La dieta correcta

la dieta correcta“La alimentación adecuada, como base de la salud, ha de tener en cuenta la especial constitución de cada individuo, su actividad física, el clima, la época del año, la edad del sujeto y, sobre todo, a la peculiar individualidad sobre tolerancia o no a ciertos alimentos. Es por eso que no existe una dieta estándar que venga bien a todo el mundo sino que, respetando unos principios generales, cada cual ha de encontrar el tipo de alimentos que mejor se adapta a su propia individualidad” (ANF)