Acariciar el aire

Acariciar el aire

Acariciar el aire1Con este ejercicio entrenamos un tipo de respiración que tiene como virtud la regularización de la energía, es decir, si la persona está algo excitada, nerviosa o inquieta, le ayuda a calmarse. También nos permite centrarnos y aumentar la atención. Esta práctica pertenece al llamado Entrenamiento Respiratorio de tipo Dinámico. Dicho entrenamiento se realiza de pie, al tiempo que realizamos algún movimiento mientras sincronizamos nuestra respiración con él. Esta forma de entrenamiento se conoce como Respiración Sincronizada (aunque en este caso  se hace con los movimientos, se podría realizar también con los pensamientos). En este ejercicio, cada movimiento va a corresponder a un tiempo respiratorio, de tal manera que la velocidad con la que se ejecuta cada gesto está relacionada con la velocidad a la que se inspira y espira. Se comienza el ejercicio de pie, en la vertical y adoptando la Posición Básica de Entrenamiento de Pie. Realizamos los ajustes oportunos, habitamos el cuerpo, centramos la atención. Abrimos los pies a la anchura de los hombros, separando el pie izquierdo del derecho que permanece en su sitio. Los brazos están a lo largo del cuerpo y hemos realizado previamente todos los ajustes corporales en esta posición. Al inspirar los brazos ascienden por delante hasta la altura natural de los hombros…. al espirar los brazos bajan hasta la región Hara (Dan Tien), dos tres dedos debajo del ombligo…. volvemos a inspirar…. subiendo los brazos… volvemos a espirar bajando los brazos…. Realizamos estos movimientos lentamente… lo más lentamente que podamos, en función de nuestra capacidad respiratoria… después de unos minutos de práctica (5, 10, 15…)… tras una espiración, cerramos las piernas juntando los pies, el izquierdo se aproxima al derecho, y llevamos las manos, cruzadas  una sobre otra, a la altura del Hara (Dan Tien). Las mujeres situarán la mano derecha en contacto con el abdomen y la izquierda encima. Los varones situarán la izquierda sobre el abdomen y la derecha encima. En esta posición, cerramos los ojos unos instantes, centramos nuestra respiración y nuestra energía justo en la zona donde apoyan las manos, y después de uno o dos minutos, abrimos los párpados y salimos de la postura.” La práctica constante de este ejercicio nos permite conseguir múltiples beneficios a nivel físico, psicológico y energético. Se dice que mejora la energía de los pulmones y la tráquea, fortaleciendo estos órganos y previniendo sus enfermedades, ayuda a relajar el cuerpo y la mente; y nos induce un estado de calma y tranquilidad en el que podemos disfrutar mejor de nuestro momento presente.

¿Cómo ser feliz?

¿Cómo ser feliz?

cómo ser feliz“Si sigues insistiendo en vivir apegado a tu pasado recordando las ofensas que recibiste; si no quieres abandonar tu rol de víctima porque en la queja encuentras cierta satisfacción; si ante cualquier cambio potenciador en tu vida piensas en lo difícil que es… ¿de qué modo pretendes ser feliz?” (ANF)

 

La grandeza de compartir

La grandeza de compartir

compartir“Lo que hace que una vida sea verdaderamente significativa no tiene que ver con lo que posees, sino con todo aquello que hayas sido capaz de compartir” (ANF)

¿Traspasarás el umbral?

¿Traspasarás el umbral?

Traspasar el umbral“Quienes aspiran a la autorrealización han de caminar la senda del corazón, pero han de saber que la puerta del corazón es también la puerta del compromiso y de la entrega. ¿Estás dispuesto a traspasar sus umbrales? (ANF)

La Sonrisa Interior

La Sonrisa Interior

La práctica de «La sonrisa Interior» es un conocido ejercicio de Qi Gong que ha sido ampliamente utilizado a través de los tiempos. Tanto es así, que numerosas disciplinas del campo de la meditación y del desarrollo personal la han utilizado como elemento añadido dentro de sus prácticas.

Por eso, en algunas ocasiones, durante la práctica de los ejercicios de Sofrodynamia® y de Gyalpo, les he propuesto a los alumnos que aprendan a “instalar la Sonrisa Interior” como un elemento más de la práctica que llevemos a cabo en esos momentos. Pero qué significa esto exactamente.

La Sonrisa Interior no consiste en sonreír hacia fuera sin más, sino que en realidad se origina, como su nombre indica, en el interior, en lo más profundo de nuestro corazón. Sigue leyendo

Superar la envidia

Superar la envidia

regocijo“Aunque no sea frecuente, ni tampoco popular, alegrarse y disfrutar por el éxito ajeno es algo que nos beneficia más de lo que imaginamos, porque es la clave del regocijo, el antídoto de la envidia y la puerta a un corazón satisfecho y pacífico” (ANF)

Epigenética y salud

Epigenética y salud

epigenetica y salud“Algunas veces escucho aquello de “para qué cuidarse tanto, mira fulano,  fumando toda la vida y ahí lo tienes con noventa años y en perfecto estado”.

En cierto modo, parte de esta frase, tiene razón. Al menos en algunos aspectos de la misma, ya que es verdad que fulano tiene noventa años y también es verdad que fuma mucho y se encuentra aceptablemente bien para su edad.

Pero dicha afirmación es bastante más cuestionable en lo que al sentido de la misma se refiere, ya que trata de dar soporte a la creencia que algunos sostienen de que da igual lo que hagas, porque al final es la “suerte” lo que marca la diferencia entre salud y enfermedad. Si la tienes, hagas lo que hagas, vivirás mucho y bien, y si no la tienes enfermarás y morirás más precozmente.

Pero afirmar lo anterior es ya otra cosa. Sin quitarle mérito a la suerte, el destino o lo que se quiera invocar, según parece, lo que hagamos en nuestra vida determina mucho nuestro futuro. Al menos eso es lo que dicta el sentido común, y los estudios científicos  actuales al respecto lo corroboran.

Obviamente, existen ejemplos de una cosa y de lo contrario. En la vida, las cosas unas veces funcionan y otras, en cambio, no. Pero esto no hace más que mostrarnos que vivimos en un mundo incierto, en una realidad probabilistica que, aplicada al campo de la salud, cuestiona toda certeza que queramos sostener.

Por esa razón, es posible que haya personas que se cuidan poco y viven mucho y también otras que se cuidan mucho y viven poco. Yo conozco ejemplos de ambos casos. Pero que duda cabe que, en términos de probabilidades, cuidarse implica una mayor probabilidad de vivir en salud que si no te cuidas.

Es muy importante que entendamos que en la vida, en general, y en el campo de la salud en particular, no existen las certezas, sólo una aproximación o un distanciamiento a dichas certezas. Así, si no fumas, es más difícil que contraigas un cáncer de pulmón, pero no tienes la seguridad de no llegar a tenerlo.

Hoy día parece claro que el estilo de vida apropiado es un elemento fundamental para mantenernos en salud, ya que incrementa la probabilidad de que así sea, pero hemos de tener presente que no nos da seguridad al cien por cien.

La base genética que recibimos de nuestros padres a través de la herencia ligada al ADN, juega un papel fundamental en lo que se refiere a nuestra salud. Desde este punto de vista exclusivamente genético algunos podrían llegar a pensar que existe un cierto determinismo biológico del que no podemos escapar y que esto marcaría la diferencia entre vivir sanos o enfermar.

Pero hoy día sabemos que además de la inexorable carga genética, también entran en juego una serie de factores ambientales que son capaces de hacer que los genes se expresen o que queden silenciados.

A esta nueva disciplina que se ocupa de investigar y profundizar en estos asuntos se le denomina Epigenética. Consiste en el estudio de todos aquellos factores no genéticos que intervienen desde el óvulo fertilizado hasta su senescencia, pasando por la forma adulta. Estos factores están ligados al estilo de vida del sujeto y al medio ambiente en el que se desenvuelve dicho sujeto.

Dependiendo de la calidad de ambos, medio ambiente y estilo de vida, la carga genética se expresará de un modo o de otro. Es decir, los seres humanos nacemos con un potencial genético, hereditario, y el modo de vida y el lugar en el que vivimos modularán la expresión de dichos genes.

Por tanto, y en base a los conocimientos actuales, siguen siendo válidos los postulados que sostienen que, si queremos tener una vida más saludable, habremos de seguir manteniéndonos fieles a los tres pilares fundamentales de la buena salud, a saber: una dieta adecuada, ejercicio físico moderado y continuado, y armonización mental y emocional con un enfoque de vida positivo.

Así que, tengas la genética que tengas, si cuidas tu dieta, ejercitas tu cuerpo y calmas tu mente, vivirás mucho mejor.” (ANF)

Un gran amor

Un gran amor

Un gran amor“Si alguna vez conociste a alguien de espíritu libre, capaz de aceptarte tal cual eres, que sin reproches perdonó las ofensas, que compartió contigo su lado más tierno mostrando su propia vulnerabilidad  y que llegado el momento supo decir adiós para dejarte seguir tu propio camino, es posible que te encontrases en presencia de un gran amor” (ANF)

Emociones inteligentes

Emociones inteligentes

emociones inteligentes1“Siempre me ha fascinado el tema de las emociones y la repercusión que éstas tienen para nuestra vida en general y para la salud en particular.

De pequeño me contaron aquello de que los seres humanos somos “animales racionales”, ya lo dijo Aristóteles, y todos sabemos cuanta razón solía tener el estagirita cuando hablaba sobre sesudos asuntos. 

Pero un día, llamó mi atención sobremanera, tanto que aun lo recuerdo, que mi profesora de Filosofía en sexto del bachiller antiguo, al comentarnos dicha frase, musitó con la mirada algo ensimismada, “a saber lo que quiso decir el bueno de Aristóteles con esto”. Y lo cierto es que pensé que tenía toda la razón, “a saber lo que Aristóteles quiso decir”.

Durante mucho tiempo, sobre todo tras la victoria del pensamiento dualista cartesiano, se enfatizó la vía del pensamiento racional, pues se afirmaba con rotundidad “pienso, luego existo”, elevando el pensamiento a núcleo fundamental de la existencia. Esto, unido al triunfo de la razón y a la exaltación del método científico como única vía de conocimiento de la realidad, nos llevaron a creer, de modo erróneo según mi modesta opinión, que es el pensamiento racional el que preside nuestra vida, el motor de nuestro destino y el culmen de todo lo humano.

A pesar de las tímidas voces que de vez en cuando se alzaban planteado una visión diferente, no fue hasta la década de los 80, sobre todo a partir de que Goleman y su libro “La inteligencia emocional” llegara al gran público, que comenzara a cobrar importancia la esfera emocional en aspectos tan fundamentales como la toma de decisiones, el aprendizaje  o la búsqueda de la felicidad, por citar sólo algunos de los más relevantes.

Pero la principal dificultad en este asunto radica en que la mayoría de las personas no tienen demasiado claro qué es una emoción, y mucho menos qué papel desempeñan en nuestra vida o cómo gestionarlas apropiadamente.

Muchos autores han tratado de definir la emoción. Así tenemos que para el profesor Guirao una emoción es “un estado de conmoción afectiva con claro componente corporal y participación somática, de súbita presentación y de cierta intensidad”, o lo que es lo mismo, “un estado no aprendido de agitación interior”. 

Para otros como Le Doux, la emociones son “funciones biológicas fundamentales, productos de la evolución, que permiten al organismo sobrevivir en entornos hostiles, por lo que se han conservado prácticamente intactas a través de la historia evolutiva”. 

Pero hay quienes simplemente las definen como “energía en movimiento”.

No trato aquí de buscar la definición más certera, ni tampoco la académicamente más exacta, sino de reflexionar acerca de la importancia de las emociones en nuestras vidas.

Así, podríamos decir que a nivel corporal, las emociones se perciben como una conmoción más o menos intensa de algunas de sus funciones. A nivel psíquico las experimentamos como un sentimiento, un afecto o una sensación.

Lo cierto es que las emociones no existen aisladamente, sino que lo hacen como elementos que forman parte de un sistema, de tal manera que a través de los mecanismos de somatización influyen en nuestra biología realizando cambios que, en función de su naturaleza, pudieran enfermarnos o sanarnos. 

Todas ellas tienen una finalidad biológica que es útil llegar a comprender. La mayoría están diseñadas para conseguir la supervivencia del sujeto o de la especie, así como la mejor adaptación a un medio cambiante, es decir, existe una cierta inteligencia en sus propósitos y forman parte del proceso de desarrollo humano.

Personalmente soy de la opinión que los seres humanos somos seres especialmente emocionales, ya que nuestra reacción primaria ante cualquier acontecimiento es de tipo emocional (que posteriormente racionalizamos), y, además, aquello que consideramos valioso en nuestra vida suele estar ligado a la esfera emocional. Para la mayoría de las personas lo que nos hace verdaderamente felices son cosas como amar y ser amados, lo cual, para muchas personas, constituye un asunto más importante que aquellos logros que pudieran obtener a otros niveles.

Pero como seres humanos en proceso de crecimiento y desarrollo, las emociones no sólo han de ser vividas, experimentadas e integradas, sino que, sobre todo, han de ser trascendidas y desde ellas, en comunión con la esfera racional, ha de surgir un nivel más alto y sutil de inteligencia profundamente humana.

Es por eso que soy mas partidario de la “emoción inteligente” que de la llamada “inteligencia emocional”. Pareciera lo mismo, pero no lo es. La propuesta de la “Inteligencia emocional” prioriza los pensamientos y trata de conectarlos con las emociones, y es algo que está muy bien, no trato de menospreciarlo o desvalorizarlo, solo quiero exponer que mi camino es otro bien distinto, va por otros derroteros.

Entiendo que somos seres básicamente emocionales y desde ahí, desde la emoción, una vez somos capaces de gestionarlas de modo apropiado, hemos de hacer surgir el pensamiento que las module y matices. Es algo así como que la emoción pone el impulso y el pensamiento la dirección, pero nunca el pensamiento ha de tornarse frío o distante, ni tampoco olvidar la verdadera ruta que nos enseña y nos marca la esfera emocional, “el camino del corazón”, ya que por él han de transitar todos aquellos que aspiran a despertar y tienen como meta su propia Autorrealización. (ANF)

 

Generar felicidad

Generar felicidad

transforma el mundo“Si diariamente saliésemos al mundo con el firme propósito de regalar a quienes se cruzan en nuestra vida algo para disminuir su sufrimiento y para hacerlas un poco más sabias y un poco más felices, estaríamos siendo verdaderos motores para transformar la realidad” (ANF)