Gozar al dar, gozar al recibir…

Gozar al dar, gozar al recibir…

Intecambio“Si enfocamos la vida como si fuese un proceso contable en el que sentimos que recibimos menos de lo que damos, estaremos creando un mecanismo sumamente efectivo para vivir insatisfechos y desdichados, pero el día que descubramos que siempre tenemos la oportunidad de disfrutar del hecho de recibir, al tiempo que podemos regocijamos de poder donar a los demás lo mejor de nosotros mismos, siempre saldremos ganando” (ANF)

Nutrir lo que queremos que crezca

Nutrir lo que queremos que crezca

nutrir las emociones“Una emoción que no se nutre acabará disolviéndose. Por eso, cuando experimentamos sentimientos que nos desagradan, no los vamos a evitar reprimiéndolos ni negándolos, sino dejando de alimentarlos. Por tanto, si quieres ser feliz habrás de dejar de alimentar aquello que te hace sufrir.” (ANF)

Celebrar para sanar

Celebrar para sanar

celebrar para sanar“Algunos confunden celebración con jolgorio, y no siempre ambos aspectos van parejos. Podríamos hablar, pues, de una celebración exterior que se expresa mediante actos festivos y lúdicos y de una celebración interior, más profunda y con repercusiones más importantes para nuestro bienestar.

Porque celebrar es importante, pero aprender a celebrar para sanar, lo es mucho más. Celebrar para sanar tiene que ver con conectar con la alegría, el goce, el disfrute, con perdonar y perdonarse, y todo ellos son elementos profundamente sanadores. 

Celebrando para sanar es el modo en el que nos libramos de nuestras limitaciones para conectar con las siete alegrías básicas, a saber: La alegría que sustenta la vida, la de la abundancia, la de la liberación, la del amor incondicional, la de nuestras inspiraciones creativas, la de percibirnos como seres sagrados y la de la autorrealización.

Y todo ello se produce en un tiempo y en un espacio, en el aquí y el ahora, lo cual nos libera de las culpas que arrastramos de nuestro pasado y de las ansiedades hacia nuestro futuro. Se dice que el tiempo más sagrado es el presente, y el espacio más sagrado somos nosotros mismos. Entender esto nos hace cambiar nuestra rutinaria visión de las cosas y nos permite trascender lo limitado de nuestra realidad cotidiana.

Cuando celebramos, despertamos al don de la gratitud y, cuando el agradecimiento surge del corazón, se torna en una poderosa herramienta de reconciliación y de sanación personal y grupal.

Me gustaría comentar un poco más algo sobre la Alegría de la Abundancia. Ella es la responsable de que disfrutemos de la vida y que nos sintamos satisfechos de lo que tenemos. Es lo que permite que vivamos en la abundancia, lo cual no significa exceso de  cosas sino reconocimiento de que tenemos suficiente. 

Si nos desconectamos de este placer, dejamos de disfrutar de la vida, porque conectamos con lo que nos falta y no con lo que hay. 

Cuando perdemos la noción de abundancia nos sentimos continuamente insatisfechos, como si nada fuese bastante y necesitásemos “más” de todo en cada momento. La perturbación de este nivel nos hace rígidos y manipuladores, en cambio, cuando funciona adecuadamente se produce una sanación de tipo emocional.

Para sanar nuestra actitud de insatisfacción en la vida habremos de abandonar los sacrificios y sufrimientos inútiles, evitando desempeñar el papel de mártir y abriéndonos a disfrutar de la alegría de sentir que disponemos de todo lo necesario para una vida mejor y para alcanzar la autorrealización”.(ANF)

Terapia integral

Terapia integral

interacicón cuerpo-mente“Hace unos días me decía un paciente hipertenso, “a mí me sube la tensión cuando tengo problemas”. Ayer me decía un paciente diabético “he comprobado que el azúcar se me dispara cuando estoy nervioso”. Son solamente un par de ejemplos sacados de los muchos pacientes que describen cosas similares.

Hoy día nadie duda de la estrecha interrelación existente entre nuestros estados emocionales y los diferentes parámetros de salud biológica. Es decir, la mente y el cuerpo forman una realidad inseparable en la que mediante diversos mecanismos neurológicos, energéticos y hormonales se influyen mutuamente.

Pero esta obviedad, constatada actualmente por numerosos estudios científicos que la avalan, no se traduce luego a nivel práctico en la clínica diaria a través de prescripciones consecuentes a la hora de aplicar una terapéutica apropiada para estos casos.

Quiero decir que para la mayoría de los médicos, aunque conozcan y admitan esta interrelación cuerpo-consciencia, los conocimientos anteriores no se trasladarán a algo concreto, sino que, finalmente, acabarán recetando sólo unas pastillas para la tensión o unas pastillas para el azúcar, por ejemplo, sin tener en cuenta el modo en el que el aspecto emocional influye en estos parámetros.

A lo sumo, habrá alguno que prescribirá tranquilizantes, si es que observa que el paciente se encuentra especialmente nervioso o demasiado estresado. En pocos casos se le planteará la posibilidad de enfocar el tratamiento a un nivel más profundo, es decir, hacer algo que le ayude a disminuir el impacto que la somatización emocional produce en su cuerpo.

En caso de que se decidiera comenzar a tratar la dimensión emocional, para intentar mejorar las posibles somatizaciones, pocas cosas hay para ello más efectivas que aprender a gestionar dichas emociones de una forma apropiada. Pero ¿cómo hacerlo?

Lo primero que deberíamos tener claro es que se trata de un proceso de aprendizaje, y como tal requiere unas condiciones de tiempo, esfuerzo y disciplina por parte del alumno. Las recetas fáciles y rápidas no suelen ser efectivas. He de decir que me gustaría que lo fuesen, pero después de más treinta años de experiencia, he constatado que no funcionan las recetas mágicas, pero sin embargo sí son especialmente útiles aquellos aprendizajes que nos llevan a conocernos mejor y que incrementan el nivel de recursos y habilidades de  cada sujeto para hacer frente a la gestión adecuada de su mundo emocional.

Muchos pacientes ya lo han hecho, y con ello han conseguido regularizar sus parámetros biológicos, disminuir la dosis de su medicación convencional y, sobre todo, mejorar su calidad vida.

Sería deseable que el conocimiento que hoy día poseemos acerca del modo en el que el cuerpo y la mente se influyen mutuamente, diera lugar a una visión mucho más amplia, certera y ajustada a dicha realidad, a la hora de realizar las prescripciones para cada caso” (ANF)

Aprender de la célula

Aprender de la célula

aprender de las células“En ocasiones he aprendido mucho atendiendo al funcionamiento fisiológico de esas estructuras básicas que conforman nuestro cuerpo, las células. Y digo que he aprendido, para referirme no sólo a lo biológico, sino también a otro tipo de enseñanzas que me han ayudado en la vida en otro nivel totalmente diferente del meramente material.

Desde mis tiempos de estudiante me ha maravillado, y me sigue maravillando, esa capacidad que tiene cada célula de escoger lo que necesita y eliminar lo que le sobra, en orden a mantener su propio equilibrio interno, la llamada homeostasis celular.

Es en cierto modo sorprendente la capacidad que posee su membrana para realizar esta función. La llamamos “permeabilidad selectiva” y parece guiada por una especie de inteligencia natural que permite mantener lo que necesita y eliminar lo tóxico o superfluo.

Así, cada célula, a través de su pared, deja pasar una cosas y otras no, de la misma forma que elimina lo que no quiere mientras mantiene lo necesario para su supervivencia. 

Obviamente, todo ello sucede cuando se trata de una célula saludable. Precisamente la perdida de esta capacidad hace que la célula enferme o muera.

Hasta aquí, no he dicho nada que la mayoría de las personas que tengan unos conocimientos básicos de biología no conozcan, pues he descrito un fenómeno  meramente fisiológico.

Pero demos un salto, apliquemos dicho principio vital, el de la “permeabilidad selectiva”, a otra dimensión del ser, como por ejemplo la esfera emocional.

¡Que bueno sería que todos tuviésemos la inteligencia que tiene una membrana celular!

Dejaríamos entrar lo que nos conviene al tiempo que rechazaríamos todas aquellas emociones negativas y perjudiciales que cada día rondan a nuestro alrededor. Además, conservaríamos lo bueno, lo positivo, mientras que nos desprenderíamos de lo inútil y de lo dañino.

Pero por desgracia, según parece, la mayoría de nosotros es menos hábil en estos asuntos de lo que lo es una simple membrana celular en los suyos. Parece mentira que una membrana tenga más inteligencia práctica que muchas de las personas que conozco, ya que ellas suelen hacer justo lo contrario, dejan entrar lo nocivo, son poco permeables a lo positivo y mantienen durante años las toxinas mentales que poco a poco le corroen  y le destruyen internamente.

Afortunadamente, cada día son las los enfoques psicológicos occidentales, ya que el Budismo lo planteó hace 2500 años, que enseñan a las personas a ser selectivos con lo que reciben, y se basan en un sencillo principio “si te ayuda lo tomas, si te daña lo dejas”.

Igualmente, modernos enfoques psicológicos nos dicen, suelta tus toxinas internas, no tienes la obligación de retenerlas por más tiempo, “mantén lo útil, elimina lo que no sirva”.

Pero por algún extraño motivo, nuestra mayor complejidad cerebral y nuestra mayor “inteligencia” no nos ha servido para ser más felices sino, en muchos casos, para liarnos un poco más y perdernos en bucles recursivos generados por preguntas y afirmaciones tales como: “por qué me pasa esto a mi”, “he de descubrir la causa”, “no he de olvidar lo que me han hecho”, “es que los demás no me dejan ser feliz”… y tantos y tantos pensamientos inútiles.

Hay algo que me parece de sentido común y por ello trato de practicarlo, me refiero a fijarme en como lo hacen las personas que funcionan bien en la vida, para aprender de ellos, al tiempo que también observo a aquellos “sufridores profesionales” para identificar y no caer en lo que ellos hacen. De todos podemos aprender, de unos en un sentido y de otros en otro.

Y yo, que soy tan simple mentalmente como una membrana celular, hace mucho tiempo que elegir ser selectivo emocionalmente: “si me ayuda entra, si me limita se queda fuera”. (ANF)

 

Nutrirse globalmente

Nutrirse globalmente

nutrirnos globalmente“Normalmente, cuando se habla de nutrición y alimentación, lo más  habitual es hacer referencia solamente al conjunto de macronutrientes y micronutrientes que alimentan el cuerpo físico. Pero si consideramos al ser humano como algo más que un cuerpo físico, habría que tener en cuenta, también, como realizar una correcta nutrición de nuestros pensamientos, de nuestras emociones y de nuestro espíritu, en orden a conseguir un estado adecuado de salud”· (ANF)

La alquimia del ser humano

La alquimia del ser humano

alquimia interior“Uno de los aspectos que más tiene que ver con la salud y la enfermedad es el modo en el que los seres humanos nos relacionamos unos con otros. De hecho, en este nivel se producen tantos trastornos o más como los que aparecen por la falta de vitaminas o de cualquier otro nutriente. Los problemas emocionales y aquellos otros que surgen como consecuencia de dificultades o errores en la comunicación, son los responsables en nuestra cultura de una gran cantidad de sufrimiento para muchas personas. En estos casos, aunque existen medicamentos que pueden mejorar la sintomatología, la verdadera curación, el tratamiento en profundidad, consiste en una radical transformación interior, una especie de alquimia emocional en la que trasmutamos nuestros miedos, apegos e ignorancia en amor, satisfacción y sabiduría.” (ANF)

La primavera del corazón

La primavera del corazón

La primavera del corazón“Si sientes deseos irrefrenables de gritar a todos tu esperanza en un mundo mejor, tu convicción en que las luces vencen a las sombras y el amor al odio, si quieres ser feliz a pesar de las dificultades que te trae cada jornada y deseas, además, compartir esa felicidad con quienes te rodean, entonces es que la primavera ha llegado a tu corazón” (ANF)

Cuerpo y emociones

Cuerpo y emociones

cuidado emocional“El cuidado de las emociones va mucho más allá de lo que significa sentirse bien o no. Diversos experimentos han demostrado el modo en el que dichas emociones pueden influir en los distintos parámetros bioquímicos y funciones orgánicas, por lo que atender al equilibrio emocional ha de ser considerado con todo fundamento como una poderosa herramienta para cuidar también el cuerpo” (ANF)

Nutrición Integral del ser Humano

Nutrición Integral del ser Humano

nutrici´pon integral del ser humano“Si consideramos que el ser humano, además de la dimensión biológica, posee una dimensión psicológica (pensamiento-emociones-voliciones) y un aspecto energético-espiritual, hemos de tener claro que para mantener la salud o restablecerla  cuando ésta se ha perdido, habremos de aportar aquellos nutrientes necesarios para todos y cada uno de estos diferentes niveles. La Nutrición Integral del Ser Humano, por tanto, es la que tiene en cuenta todos estos requerimientos y no sólo los del cuerpo físico” (ANF)