Sobre la perseverancia

Sobre la perseverancia

perseveranciaTodos anhelamos encontrarnos bien y ser felices. Para ello emprendemos el camino del desarrollo humano, pero hemos de tener presente que este viaje será largo, ya que dicha tarea  puede durar toda la vida.

Durante todo ese tiempo, es posible que aparezcan momentos de bajón, momentos en los que nos sentimos cansados, desfallecidos, a punto de abandonar o que perdemos la visión de nuestras metas.

En otras ocasiones aparecerá la impaciencia, la cual se caracteriza por hacer estragos en nuestra motivación, fomentando la creencia de que debemos obtener rápidamente aquello que deseamos, y si no es así nos sentimos frustrados o incluso desesperados.

En estos momentos difíciles y de dudas, es donde necesitamos que surja una capacidad de nuestra consciencia para mantenernos en el camino correcto, a pesar de las dificultades que podamos encontrar. La llamamos perseverancia.

Se dice que ella, la perseverancia, es la madre de todos los frutos, porque cualquier talento que poseamos, si carecemos de dicha virtud, difícilmente llegará a desarrollarse.

Pero recordemos su significado, perseverar es “la constancia, firmeza o tesón, en la realización de algo”. Significa, pues, la capacidad para perseguir nuestros objetivos con empeño y sin desfallecer.

Se encuentra relacionada con el espíritu de lucha y con  la capacidad de superación. Muchas biografías exitosas han sido fruto de la combinación del talento con la perseverancia. Recordemos que Thomas Edison necesito probar miles de sustancias antes de encontrar la más adecuada para el filamento de la bombilla. Fue él quien afirmó que «el genio es un 99% transpiración y un 1% inspiración”. Por otro lado, el que llegó a ser uno de los presidentes más famosos de Estados Unidos, Abraham Lincoln,  perdió seis elecciones y fracasó en dos negocios antes de llegar a ocupar la presidencia de la nación.

Pero ser perseverantes, sin más, puede ser peligroso porque podemos encontrarnos con una dificultad que debemos solventar, la de saber diferenciar cuándo perseverar y cuándo no. Para ello necesitaremos discriminar nítidamente entre la sana perseverancia y la limitante obstinación que nos crea tantos problemas.

Desde el punto de vista sofrodynámico, para ser buenos “perseveradores”, además de la consciencia discriminativa que nos alerta sobre la insana obstinación, hemos de tener en cuenta que necesitamos estar bien enraizados, es decir, “nutrir” aquello que nos mantiene en la acción.

También es importante estar bien alineados, lo que significa dar sentido a lo que hacemos, porque somos mejores perseverantes cuando elegimos nuestra meta voluntariamente, la consideramos importante, disfrutamos en el camino y encontramos el modo de hacer atractiva e interesante nuestra tarea.

Para esto último, resulta especialmente importante el centramiento, es decir, que nuestra acción se encuentre conectada con nuestro Centro Vital, con aquello que consideramos esencial en nuestra vida.

Para finalizar, recuerda que hay “buenos iniciadores” y “buenos mantenedores”. Lo realmente interesante es disponer de estas dos habilidades a la vez, pero no siempre es posible. Los primeros son personas capaces de poner en marcha cualquier proyecto, pero al poco tiempo, cuando su entusiasmo decae, dejan de interesarse por él y cambian a otra cosa. Los segundos, son quienes suelen conseguir sus logros, ya que son aquellos que perseveran y son capaces de mantenerse en la acción a lo largo del tiempo y superando los obstáculos.

Por tanto, saber comenzar algo es importante, pero saber como mantenerlo a lo largo del tiempo es lo que nos conducirá al éxito deseado.

 

 

Capacidad de superación

Capacidad de superación

capacidad de superaciónDice un proverbio ruso, “caerse es posible, levantarse obligatorio”.

¡Que bueno sería para nosotros aplicarlo en nuestra vida! Porque en ciertas ocasiones nos suceden cosas que podríamos calificar como terribles, pero los seres humanos poseemos una increíble y fascinante capacidad para superarnos, es decir, para levantarnos después de habernos caído.

La capacidad de superación es el distintivo principal de los luchadores.

Esta energía que nos impulsa a superar obstáculos y adversidades se encuentra relacionada con una cierta dosis de inconformismo que hace que nos rebelemos contra el hecho de sufrir pasivamente un destino que no nos gusta.

El inconformismo puede ser una gran ayuda o una gran limitación. Dependerá de cómo se gestione en cada momento.

Por un lado, nos impulsa hacia la superación, ya que no sólo está presente cuando las cosas salen mal, sino también cuando las cosas salen bien, porque en ese caso nos plantearemos el reto de hacer de forma excelente aquello que ya hacíamos suficientemente bien.

Pero, como dije antes, deberíamos tener en cuenta que si no gestionamos nuestro inconformismo de manera apropiada, puede que no nos encontremos satisfecho con nada, y eso es más una limitación que una ayuda.

Así que, una interesante pregunta para contestar sería, ¿cómo ser capaz de gestionar nuestro inconformismo y rebeldía de forma adecuada?

La capacidad de superación también se relaciona con atreverse a superar los propios límites, que en muchas ocasiones son autoimpuestos. Una cierta dosis de osadía será necesaria para dicha tarea.

Tener capacidad de superación es lo que nos permite hacer frente a los eventos negativos gracias a nuestro espíritu de lucha. Obviamente, los aspectos anteriores, se encuentran muy relacionados con un  aspecto fundamental en nuestra vida, el desarrollo de la resiliencia.

Existen algunos consejos que nos pueden ayudar a desarrollar una mayor capacidad de superación.

 

CONSEJOS SOFRODYNÁMICOS PARA DESARROLLAR LA CAPACIDAD DE SUPERACIÓN

1.- Trata de conocer tus puntos fuertes, para recurrir a ellos cuando sea necesario.

2.- Investiga y acepta tus puntos débiles, ya que estos son lugares por donde puedes crecer.

3.- Procura disponer de una cierta metodología potenciadora sobre el Mundo Interior y sus procesos.

4.- Si no te sientes capaz de resolver algo, aprende a pedir ayuda cuando sea necesario.

5.- El pasado es un gran almacén de recursos. Utilízalo para aprender y no para machacarte.

6.- Mantente conectado con: a) Lo que te nutre (Enraizamiento); b) Con tus metas y logros en el camino (Alineamiento); c) Con tu Centro vital (Centramiento)

7) Procura reencuadrar cada adversidad desde un marco de aprendizaje (¿qué aprendes de cada fracaso?)

8) Utiliza lo inesperado para seguir creciendo. Hay en ello una gran potencialidad.

9) Procura estar atento a las “pequeñas recompensas del camino”.

10) Toma cada adversidad, grande o pequeña, como parte de tu entrenamiento, ya que superar obstáculos cotidianos te facilitará poder hacer frente a obstáculos mayores.

 

Consejos para aprender a crear futuro

Consejos para aprender a crear futuro

aprender a crear futuroPor mi parte no sería demasiado aventurado decir que, para la mayoría de las personas que conozco, la expresión “crear futuro” les suena bien, les parece seductora y sugerente.

Y cuando he indagado al respecto, he llegado a la conclusión de que es así porque, entre otras cosas, dicha frase permite intuir la posibilidad de generar un futuro más atractivo y más acorde con lo que realmente queremos en la vida, en lugar imaginarnos como sujetos pasivos o como simples víctimas expectantes al albur de los acontecimientos que nos suceden.

Además de lo anterior, también podría afirmar que, según mi experiencia, son muchos los que no se perciben como protagonistas de sus vidas, sino que sienten como si la vida les “pasase por encima” sin poder hacer nada para dirigir su propio destino ni para modular las repercusiones que conlleva cada suceso vital.

Experimentar lo anterior produce una sensación de impotencia y frustración, es como sentirse indefensos ante un futuro incierto.

Y esto es así porque muchas veces olvidamos que, admitiendo la incertidumbre de las cosas, a pesar de ello, ¡es posible aprender a crear futuro!

Porque aprender a crear futuro significa tomar la decisión de llegar a ser los verdaderos protagonistas del “guión” de nuestra vida.

Entonces, en el caso de que hayas elegido ser dicho protagonista o, lo que es lo mismo, crear tu propio futuro, lo primero que deberías de tener en cuenta es que una gran parte de cómo vivirás en el futuro ya se está gestando en el momento presente.

Así que, tomar consciencia de ello y aprender a gestionar los recursos actuales de la mejor forma posible, es algo que no debiera ser olvidado ni infravalorado, porque, no lo olvidemos, existe cierto nivel de concordancia entre las causas presentes y los efectos futuros.

Llegado a este punto surge la pregunta, ¿entonces, cuáles son las mejores herramientas prácticas de las que disponemos para realizar dicha tarea?

Vamos a enumerar las que, desde el punto de vista del entrenamiento sofrodynámico, consideramos más importantes.

1.- CONSTRUIR UN MODELO POTENCIADOR.

Posiblemente, la primera de todas, sin restar importancia a las demás, debiera ser trabajar sobre nuestro propio modelo del mundo, es decir, sobre las creencias y comprensiones que tenemos acerca de aquello a lo que llamamos realidad. Porque ser capaz de transformar dicho modelo para que funcione de forma apropiada, es decir, hacer que sea potenciador en lugar de limitante, es una de los más importantes retos de nuestra vida y la base fundamental para el cambio y la mejora vital.

2.- CREAR DIRECCIONES VITALES DE DESARROLLO.

También es sumamente importante revisar nuestros propósitos, nuestras metas y nuestras direcciones vitales. Es necesario, pues, que éstas se encuentren orientadas hacia el desarrollo de nuestras potencialidades.

3.- BUSCAR LA CONGRUENCIA ENTRE LO QUE HACEMOS Y LO QUE DESEAMOS OBTENER.

Si quieres llegar a un lugar pero tus pasos te llevan en otra dirección es bastante posible que nunca alcances tu objetivo. Necesitamos crear congruencia entre lo que hacemos en el presente y lo que queremos obtener en el futuro. Es lo que en Sofrodynamia® conocemos como “practicar el alineamiento”.

4.- LIBERARSE DE LOS AUTOMATISMOS.

En muchos aspectos de nuestra vida funcionamos mediante hábitos repetitivos y ciertos automatismos, otra herramienta importante para crear un futuro mejor, será la de estar atentos a estos mecanismos para evitar las respuestas automáticas según la fórmula acción-reacción.

Porque las respuestas automáticas coartan nuestra libertad para decidir y sólo mediante la toma de consciencia en el presente, y cuando somos capaces de crear distancia con el acontecimiento, podemos ejercitar la capacidad de decidir nuestras respuestas libremente.

A esta tarea la llamamos “cambiar los hábitos limitantes” para establecer nuevos “hábitos más saludables”.

5.- AUMENTAR NUESTRO ARSENAL DE RECURSOS.

No debemos olvidar que el modo en el que habitualmente somos capaces de solventar ciertos retos de la vida diaria dependerá del nivel de recursos del que dispongamos para afrontar dicha tarea. Por tanto, aprender a desarrollar nuevas habilidades, así como incrementar las capacidades que ya tenemos, será otro factor de gran importancia para construir un mejor futuro.

6.- ATREVERSE A REALIZAR PEQUEÑOS CAMBIOS CUANDO NO ES POSIBLE HACER OTROS MAYORES.

Muchas personas se quedan bloqueadas porque perciben que no pueden llevar a cabo los cambios que les gustaría en su vida.

A ellos, no me canso de recordarles que un pequeño cambio mantenido a lo largo del tiempo es capaz de generar un beneficio mucho mayor que en el que un principio se pudiera pensar.

Así que, si no puedes llevar a cabo un gran cambio, tal vez puedas realizar uno pequeño.

Es posible que no podamos hacerlo todo, pero seguramente si que podremos hacer algo.

Por tanto, no renuncies a cambiar las pequeñas cosas que de verdad puedas modificar, y, sobre todo, no olvides tampoco que no debes renunciar a ser el responsable y el constructor de tu propio futuro.

El sabor del silencio

El sabor del silencio

el sabor del silencio

Hace algunos años, tras una experiencia meditativa, descubrí «como sabe el silencio». Describirlo no es tarea fácil, pero, más o menos, me supo así:

«El silencio, el agradable y sabroso silencio, sabe a infinito, sabe a lugar de encuentro contigo mismo y también con la divinidad.

El silencio sabe a devoción, a respeto, a conocimiento, a amor…

El silencio te conecta con la parte más profunda y más sagrada del ser, sobre todo, con la experiencia primordial de estar vivo, y, más allá de esto, de ser vida.

El silencio embriaga los sentidos, nutre el alma, expande tu energía.

En el silencio te encuentras a ti mismo, desnudo, y también encuentras al otro, para ya, nunca más, ser dos sino sólo uno.

En el silencio también te pierdes… te pierdes en la dulce profundidad de la creación.

En el silencio te sientes pequeño, minúsculo, desapareces como si fueses sólo un electrón en comparación con todo el universo, y es en ese preciso instante, un instante en el que más allá de cualquier tiempo, parece como si el sol venciese a la noche, justo en ese momento, paradójicamente, percibes tu grandeza, porque, y esa es la magia del silencio, ya no te sientes electrón, sino que en ese punto eres Universo».

 

Editorial de Julio de 2014

Editorial de Julio de 2014

EDITORIAL JULIO 2014Comienza el mes de julio y con ello las vacaciones para una gran parte de la población española. Sin embargo muchos no podrán irse todavía, bien porque siguen trabajando o bien porque habrán encontrado, justo en estos días, el trabajo que durante los meses anteriores les había resultado esquivo.

Tanto unos como otros están de suerte. Los primeros porque tienen trabajo y ahora descansan, los segundos, justo por lo contrario, porque posiblemente estarían cansados de no trabajar y ahora lo hacen. Espero que a estos últimos les acompañe la suerte y puedan continuar su actividad, con estos o con otros trabajos, más allá de la estación veraniega.

Ahora, cuando apenas comenzamos el mes de julio, escucho algunas algunas noticias que atiendo con interés, sobre todo la del descenso del paro y el aumento del número de afiliaciones a la seguridad social que, aunque se le puedan hacer ciertas críticas razonables y se le puedan poner reparos respecto a la temporalidad y precariedad del empleo creado, no deja de ser una buena noticia.

Soy de la opinión que una de las mejores aportaciones que podríamos hacer a la sociedad  cada uno de nosotros es la de tratar de crear puestos de trabajo para otras personas, en la medida de nuestras posibilidades. Aunque vivimos bajo un régimen que, en general, a pesar de la propaganda, pone más dificultades que facilidades para ello.

En estos días todo parece prepararse ya para una de las etapas de mayor movimiento vacacional del año, tanto en lo que se refiere al turismo nacional como extranjero.

Según puede leerse en la prensa en estos días, las expectativas en el sector turístico para los meses próximos permite augurar unos buenos resultados en lo que al número de visitantes y ocupación hotelera se refiere, con las previsibles consecuencias positivas que se derivan de este hecho en un país como el nuestro que depende tanto de esta actividad.

Viajar y visitar otros lugares suele ser una de las actividades más frecuentes en estas fechas. Muchas personas me han comentando en estos últimos días sus planes de salir fuera de España o de viajar a algunos sitios concretos de nuestro país buscando relax, gastronomía, paisajes, cultura o unas temperaturas más llevaderas.

Hace un tiempo, la oferta turística de la que disponíamos era bastante más limitada que ahora. Apenas podías elegir entre ir a la playa a lo largo de toda la extensa franja litoral de la que disfrutamos, o bien hacer lo que se llamaba “turismo de interior”, en el que se buscaba el bucólico encanto de una casa rural o el de un pueblo en el que el principal atractivo era la tranquilidad o el paisaje. Y poco más.

Hoy día se han diversificado tanto las opciones turísticas que a veces resulta difícil decidir qué hacer.

A las opciones tradicionales anteriormente mencionadas se le han sumado otras muchas. Se han puesto de moda diversos tipos de turismo, como por el ejemplo el turismo de salud. Los usuarios de este tipo de turismo buscan alojamientos en centros especializados  y hoteles con Spas donde se ofertan diferentes curas depurativas, antiestrés, etc., con una amplia gama de posibilidades. Lugares con aguas termales, masajes, ayunos, dietas higienistas o prácticas corporales con instructores cualificados, han ido proliferando por toda nuestra geografía.

Otra manera de pasar las vacaciones para muchas personas consiste en hacer algún tipo de cursos, retiros, encuentros o talleres intensivos de más o menos duración, en los que se ofertan actividades como el yoga, la meditación, el Qi Gong o distintas materias de toda índole, en un amplio abanico de técnicas de autoconocimiento y desarrollo humano.

En otra línea totalmente diferente a la anterior encontramos a los partidarios del “enoturismo”, es decir, de las rutas en las que se oferta el conocimiento y disfrute de todo lo referente a la cultura del vino. Por lo general, el público visita diversas bodegas, realizan degustaciones y catas de los vinos del lugar acompañados del apropiado maridaje con distintas propuestas culinarias. Cada día aumenta el número de personas que disfrutan de este tipo de actividades.

Parecido a lo anterior son las rutas gastronómicas. Aquí es la comida y el producto local de calidad el principal atractivo turístico, aunque nunca faltan los buenos vinos o licores típicos de la zona para completar una oferta atractiva.

También los museos, catedrales y edificios emblemáticos de los distintos territorios tienen su público. Quienes disfrutan contemplando obras de arte no necesitarán salir de España para quedar totalmente satisfechos.

Finalmente, no podría olvidarme de las familias con niños que optan por los parques temáticos, o bien por las ofertas de “todo incluido” en las que unos monitores suelen encargarse de entretener al público infantil, mientras que los exhaustos padres descansan en la tumbona de la piscina acompañados de un refrescante mojito, exhibiendo en su muñeca la colorida pulsera que les identifica como uno de los usuarios de “al buffet hasta reventar”.

Y qué me dicen de los cruceros. Te garantizan entre 2 a 4 kilos de más a la vuelta.

Resumiendo, hay tantas formas de veranear que seguro que se me ha pasado alguna.

Aunque no crean que me he olvidado del veraneo de quienes, por una causa o por otra, no se mueven de su residencia habitual.

Porque hay a quienes no les gusta viajar y también existen otras muchas personas cuya economía no les da para estos extras.

Sea como fuere, tanto unos como otros, buscan la mejor manera de pasar los rigores del calor veraniego sin necesidad de realizar largos desplazamientos, ni gastar ningún dinero extra.

Recordemos que el verano resulta ser un tiempo propicio para hacer algunas cosas que no podemos realizar en otros momentos del año porque habitualmente vamos tan ajustados de tiempo que nos quedan en el tintero muchas cosas que nos gustaría llevar a cabo, como por ejemplo leer, escuchar música, atender nuestros jovis, revisar nuestras colecciones, cuidar un poco más el jardín, tocar algún instrumento, hacer algo más de deporte, etc..

Tengo un amigo que, desde hace muchos años, cada mes de vacaciones se va junto con su mujer y sus hijos, a una casa en la playa acompañado de otras parejas también con sus hijos. Un día le pregunté, – ¿qué haces en esos días?-, a lo que me contesto con un gesto facial tremendamente expresivo, -“Na”- me dijo, -¿tú sabes lo que es “na”?, pues eso-.

Entendí que era un modo fantástico para disfrutar unas vacaciones, si es que durante el resto del año has estado viviendo la marabunta de prisas y obligaciones en la que muchas veces nos vemos enredados.

Así que, tanto si eres de los que has decidido hacer algo, como si, al igual que mi amigo, eres de los que has elegido hacer “na”, te deseo que lo disfrutes y vuelvas con fuerzas renovadas.

Porque las vacaciones, tanto si las tomas en julio como en agosto, son unos momentos especiales para cargar pilas, reponerse y, sobre todo, disfrutar del modo que hayas elegido.

 

¡Feliz julio!

 

 

 

Consejos para la curación

Consejos para la curación

consejos para la curaciónHace más de treinta años que me dedico al campo de la salud y la curación. Desde mi punto de vista, salud y desarrollo humano son dos aspectos no diferenciables, ya que lo digno de sanar no es sólo el cuerpo físico, que lo es, sino sobre todo el Ser Humano completo, es decir, Cuerpo, Psique y Espacio Interior.

A lo largo de todo este tiempo he ido matizando y puliendo mi comprensión acerca del binomio salud-enfermedad, y al ser éste un proceso dinámico, no descarto que nuevas comprensiones puedan seguir emergiendo en un futuro.

De momento, me gustaría enumerar a modo de consejos para la salud, algunos de los aspectos que he experimentado y constatado. Son consejos que funcionan y sobre los que he venido trabajando a lo largo de estos años.

Espero que puedan ser de utilidad para algunos de los lectores.

Así que, si estás dispuesto a participar activamente en tu proceso de curación, deberías tener en cuenta los siguientes aspectos:

 

  • Aprende a escuchar los mensajes de tu cuerpo. La sabiduría corporal nos orienta sobre aquello que hemos de atender y aquello otro que hemos de modificar.
  • Trata de conocerte, aceptarte, respetarte y amarte. Estos cuatro aspectos son la base de una sana autoestima y del proceso de curación.
  • Permítete respirar libre y fluidamente, como si todo tú fueses respiración, porque tu respiración sabe lo que tiene que hacer.
  • Procura equilibrar tus ritmos, sobre todo la vigilia y el sueño.
  • Hazte amigo de tu parte no consciente. No está ahí para fastidiarte sino para que te descubras en todo tu esplendor.
  • Ante los acontecimientos dolorosos sitúate en la “Postura del Observador”. Crea distancia entre quien observa y el objeto observado, porque sólo así podrás gestionar la situación sin quedar prisionero de las emociones perturbadoras.
  • Recuerda que tu enfermedad también es parte de ti, por tanto, no te enfades con ella porque es como enfadarse consigo mismo. Más bien, trata de comprender cuál es su enseñanza.
  • Enfoca tu energía hacia los procesos de cambio y aprendizaje, procurando sentirte “cómodo en la incomodidad” que supone todo cambio.
  • Aléjate de la culpa, al tiempo que te acercas a la autorresponsabilidad
  • Desarrolla tu autoestima a la vez que te permites aprender de los demás como si fuesen tus más valiosos maestros.
  • Trata de desarrollar el sentido de la gratuidad y del agradecimiento porque ellos te aportarán grandes beneficios.
  • Procura distanciarte del rencor y del resentimiento hacia los demás y hacia ti mismo y desarrolla para todos, tú incluido, el hábito del perdón.
  • Acostúmbrate a fomentar los estados creativos de tu mente así como los estados en los que te percibes pleno de recursos.

 

  • Introduce el sentido lúdico de la vida en todas tus actividades y procura practicar la “sonrisa interior”.
  • No te culpes cuando el error aparece, sino que intenta aprender a disfrutar de todo el aprendizaje que cada error aporta a cambio de que lo afrontemos desde un marco de aprendizaje.
  • Es necesario que aprendas a soltar el lastre de tu pasado. No es posible avanzar en la curación si caminamos con “exceso de equipaje”.
  • Ten siempre presente tus metas y aspiraciones más altas, porque estás llamado a expresar todo tu potencial.
  • Trata de conectar con la alegría que sustenta la vida y que se expresa a nuestro alrededor. Acompásate, pues, con la vida.
  • Cuida tu Mandala, ese Espacio Sagrado en el que se desenvuelve tu existenciaY finalmente recuerda, ¡eres el responsable de tu propia salud!
Herederos del pasado, constructores del futuro

Herederos del pasado, constructores del futuro

Herederos del pasado contstructores del futuroLa mente común se consuela pensando que el resultado de lo que vive depende de la suerte, mala o buena, que se haya tenido en la vida, y también de las acciones u omisiones por parte de los demás que nos hayan beneficiado o perjudicado.

Para algunos, lo anterior, parece algo muy lógico pero en el fondo no revela más que la incapacidad para hacer frente a cualquier posible responsabilidad en el manejo de su propia vida.

Si embargo, cuando alguien decide recorrer la Senda del Despertar, y a través de su esfuerzo llegamos a profundizar un poco más en el propio autoconocimiento, una de las cosas que observaremos es que,sin lugar a dudas, nuestra vida presente es una consecuencia de nuestras acciones del pasado así como de las expectativas que proyectamos hacia nuestro futuro. Es decir, somos herederos de nuestro pasado y constructores de nuestro futuro.

Aunque es cierto que controlamos pocas cosas en el mundo y que la mayor parte de las veces suceden acontecimientos imprevistos sobre los que no podemos operar, nadie debería arrebatarnos la capacidad de decidir sobre nuestras propias respuestas ante cada situación, ni tampoco sobre el modo en el que queremos transitar nuestro camino.

Aceptar la responsabilidad que cada cual tenemos en nuestra vida en lo que se refiere a las elecciones que asumimos, no es algo que haya de ser valorado como fácil o difícil, sino como una necesidad imprescindible para todo aquel que se involucre en un proceso de desarrollo humano.

A propósito de la importancia de nuestras acciones y sus consecuencias, me gustaría relatar una antigua historia que me resultó especialmente inspiradora cuando la escuché por primera vez.

Esa historia dice así:

 

“Cierto día llegó un peregrino hasta el templo del Jokhang, uno de los más antiguos y respetados templos de Lhasa. 

Una vez allí, penetró hasta el interior donde tras hacer las pertinentes postraciones frente a la imagen del Jowo, una estatua muy venerada de Buda, se situó frente a ella, adoptó una postura respetuosa con sus manos unidas en el mudra de la plegaria, y en forma de oración comenzó a hablarle devotamente, diciendo:

-Oh, venerable Budha Sakyamuni, he llegado a entender que tú y yo somos iguales en esencia. 

También me he dado cuenta de que compartimos la misma naturaleza, y he descubierto que poseo en mí tu misma semilla para el despertar. 

He recordado, además, que hace miles de años, en otra vida, estuvimos juntos, pero tú decidiste esforzarte y hoy estás ahí, en cambio yo decidí no hacerlo y hoy me encuentro aquí.

Por tanto, en estos momentos, simplemente, estoy viviendo el resultado de mis acciones del pasado.”

Cada uno habrá de sacar sus propias comprensiones acerca de esta historia.

Para mi significa algo muy obvio. Y es que te encuentres como te encuentres, siempre podrás elegir entre dos opciones, quejarte de tu presente o asumir tu propia responsabilidad al respecto, así como la necesidad de esforzarte por construir un futuro mejor.

La buena noticia es que siempre es posible mejorar, y que dicha elección depende sólo de nosotros.

No dejes las riendas de tu vida en manos del azar o de los propósitos de terceras personas, y procura descubrir la gran cantidad de recursos y posibilidades que residen en tu interior.

Para ello habrás de pararte, respirar, tomar consciencia de quien eres realmente y  aceptar el reto que supone trabajar en la Senda del Despertar. Entonces, en esos momentos, habrás comenzado el camino de la transformación hacia una vida mejor.

 

El árbol como metáfora

El árbol como metáfora

arbol como metaforaUn símbolo se caracteriza por remitirnos a distintos tipos de significaciones y realidades más allá de su mera apariencia externa.

Una de las figuras simbólicas más antiguas y potentes que existe en nuestro medio cultural es la del árbol. Esta imagen ha sido utilizada desde tiempos inmemoriales para representar aspectos especialmente profundos de nuestra vida, lo cual, en definitiva, como se dijo al principio, es la función de todo símbolo.

Son muchas las culturas que sustentan la creencia de que el mundo fue formado a partir de un eje central, un árbol sagrado que sostenía los cielos.  Así, es posible encontrar relatos míticos de diferentes árboles sagrados, como el caso de Yggdrasil, el árbol sagrado de los germanos septentrionales; o también la ceiba, el de los mayas; o la encina para los celtas, etc.

En muchas y diferentes civilizaciones ha habido árboles que han sido venerados como sagrados, como por ejemplo en algunos lugares de Asia se rinde culto respetuoso al árbol del Bodhi, bajo el cual Buda alcanzó la iluminación.

Los árboles parecen encontrarse fuera del tiempo, y su larga vida les confiere una especial energía y majestuosidad. La imagen del árbol, pues, nos transmite solidez y estabilidad. Un árbol puede darnos frutos, leña, sombra… También puede acoger a las criaturas proporcionándoles cobijo y protección. Sostiene y aguanta a la propia tierra impidiendo la erosión, de tal manera que, un árbol, es algo muy beneficioso para el lugar en el que se asienta.

Si aceptamos esta imagen del árbol como una rica metáfora para la vida, nos daremos cuenta de que es posible describir nuestra propia naturaleza como si de un árbol se tratara, ya que se puede representar con bastante acierto no sólo los aspectos corporales o físicos,  sino también los aspectos psicológicos y espirituales del ser humano.

El árbol dirige sus raíces hacia la tierra y eleva sus ramas hacia el cielo, lo cual constituye una adecuada metáfora del mismo ser humano, un ser situado entre los dos mundos, el terrenal y el celeste.

Si nos fijamos en el aspecto corporal, los pies vendrían a ser como las raíces que nos sustentan y sobre las que se levanta el resto del edificio, nuestra corporalidad. Pero también, podríamos decir que las raíces del ser humano, a otro nivel más profundo, se encuentran ubicadas en nuestro Espacio Interior, en nuestro Mundo Interior, en ese núcleo del Ser que constituye la esencia profunda que nutre nuestro modo de estar en el mundo.

Siguiendo el paralelismo, diríamos que el tronco simboliza el cuerpo, y de él saldrán las ramas, nuestros brazos capaces de actuar y modificar el mundo. Un ser humano en posición vertical y con los brazos extendidos hacia el cielo, parece reclamar el encuentro con el universo y con los otros seres humanos, la búsqueda de la grupeidad y de la trascendencia a la vez.

Finalmente, diríamos que los frutos del árbol son comparables a nuestras acciones concretas en el mundo, aquellas transformaciones de nuestro medio que derivarán de la calidad o no de nuestros propios actos. Tal vez en este punto sea conveniente recordar que los frutos del árbol no son sólo para sí, sino que están destinados a beneficiar a otros muchos seres, de la misma forma que nuestras acciones debieran dejar tras de sí un mundo mejor que el que encontramos.

Así que, si hemos comprendido bien la metáfora del árbol, sería bueno preguntarse en algún momento qué significa eso de que una vida sea apropiadamente fructífera.

¿Estamos dando los frutos que hemos venido a dar y que nuestro mundo necesita de nosotros?

Me gustaría finalizar con una cita  de B.S. Rajneesh que leí hace tiempo y que creo que encaja en todo lo comentado anteriormente:

“Si una vida pudiese ser como ese árbol, extendiendo ampliamente sus ramas de modo que todos pudiesen guarecerse bajo su sombra, entonces podríamos comprender lo que es el amor. No hay escrituras, mapas o diccionarios para el amor”. 

 

Ventajas de la disciplina

Ventajas de la disciplina

imagesBEZ01J9NVivimos en unos momentos ciertamente extraños. Por un lado, se escuchan y se leen diferentes voces preocupadas por la falta de disciplina de ciertos ámbitos, como la familia o la escuela. Por otro, cuando alguien trata de realizar algunas propuestas o acciones para fomentar la disciplina, es acusado con cierta frecuencia de ser autoritario, dictatorial o de falta de diálogo democrático. Entonces ¿en qué quedamos? Parece como que hablar de disciplina en nuestro medio social fuese algo trasnochado y conectado a pensamientos sociopolíticos conservadores.

Nada más alejado de la realidad. A lo mejor es necesario explicar un poco qué significa esto de la disciplina para poder comprender su gran importancia.

Primeramente habría que distinguir entre la disciplina de origen externo, que puede ser impuesta o pactada, y la de origen interno, es decir, la que nace de lo más profundo de nuestras convicciones.

Ésta es la más importante para el desarrollo interior. No se trata de cumplir con las tareas porque si no lo hacemos alguien de fuera nos castigará, sino porque entendemos desde nuestra propia concepción del mundo que es lo mejor que podemos hacer.

La disciplina es una capacidad de nuestra consciencia al servicio de la consecución de nuestras metas más valiosas. Es lo que nos permite llevar a cabo aquellas cosas que son necesarias para alcanzar nuestros objetivos a pesar de las dificultades, y también nos ayuda a seguir en la acción independientemente de que nos guste  o no dicha tarea.

Es una cualidad imprescindible para el deporte, para el trabajo, el estudio o para cualquiera que se proponga alcanzar algo que requiera un esfuerzo importante.

En términos de desarrollo humano, la disciplina más importante ha de provenir de nuestras propias convicciones internas. La llamamos autodisciplina, y es fundamental para el crecimiento personal, ya que nos permite cumplir con nuestras propias reglas, según nuestras propias convicciones, actuando independientemente de nuestro estado emocional, es decir, hacer lo que tenemos que hacer, tanto si nos apetece como si no.

Desde el punto de vista sofrodynámico, proponemos que la disciplina ha de entenderse como un esfuerzo positivo orientado a nuestras metas, y nunca como una negación de algo impuesta desde fuera.

Es, también, una importante capacidad cuando nos involucramos en la obtención de metas cuya recompensa no es inmediata, sino aplazada. Dicha capacidad, la disciplina, puede incrementarse mediante el entrenamiento, como si fuese una especie de músculo.

Ser disciplinado posee, pues, innumerables ventajas, ya que es una herramienta imprescindible para alcanzar el éxito que deseamos, porque  nos enseña a atender a nuestros propios compromisos vitales y, también, a focalizar y orientar nuestro esfuerzo evitando dispersiones inútiles.

Pero también conviene tener presente que la disciplina mal gestionada puede llegar a ser limitante y convertirse en una pesada losa más que en una liberadora cualidad. Porque, como todas las cosas, si son mal gestionadas producirán más contrariedades que beneficios, así que no es tan importante cuanta cantidad de disciplina posees sino cómo eres capaz de gestionarla.

Por último, no perdamos de vista la importancia de ser benevolentes con nosotros mismos, es decir, conocer nuestras limitaciones, aceptarlas y no exigirse más de lo que humanamente podemos llevar a cabo, pues no tenemos la obligación de cargarnos con más peso del que somos capaces de soportar.

Las relaciones nutricias

Las relaciones nutricias

relaciones nutriciasMuchas personas se sienten solas y desvalidas en el mundo, como si sus vidas no le importase a nadie. Y no me refiero a quienes que carecen de familiares, amigos o personas cercanas, sino que esta creencia muchas veces procede de gente que viven rodeados de su familia, de sus amigos y de otros muchos conocidos. Porque sentirse solos y separados, es una experiencia que puede darse incluso cuando nos encontramos inmersos en una multitud.

Pero la verdadera realidad es que dichas personas no se dan cuenta de que nunca habrían llegado a estar donde están sin la ayuda de otros. En realidad nunca han estado solos, pero ellos no lo saben.

Ningún bebé habría sobrevivido exclusivamente por sus propios medios. Hemos crecido y hemos llegado a adultos porque otras muchas personas, familiares o no, nos han cuidado y protegido para que así fuese.

Quienes son consciente de ello desarrollan un corazón agradecido, pero quienes no lo son, suelen vivir llenos frustración, amargura y victimismo.

Es evidente que los seres humanos necesitamos de los demás para desarrollarnos. Hoy día sabemos que nos nutrimos no sólo de vitaminas, minerales, etc, sino también a través de las relaciones emocionales que establecemos con los  demás.

Pero hay relaciones que son patológicas y perturbadoras y funcionan a modo de veneno mental, mientras que otras son facilitadoras, nos nutren y nos hacen crecer. Estas últimas son las “relaciones nutricias”.

Con frecuencia las personas nutricias se encuentran ahí, a nuestro lado, pero  no siempre sabemos reconocerlas. Por tanto, sería bastante conveniente aprender a identificar y promover las relaciones que son nutricias para nosotros.

Normalmente, las más importantes han de provenir de los padres o de la familia cercana, pero no siempre sucede así, sino que es posible tener unas importantes relaciones nutricias fuera del ámbito familiar, y estas pueden llegar a través de  los amigos o de alguna persona que consideremos relevante.

Pero, exactamente, ¿qué es una relación nutricia?

Una relación nutricia es aquella en la que nos sentimos queridos y aceptados plenamente, una relación en la que nos encontramos seguros y podemos mostrarnos tal y como somos sin temor a la crítica o el rechazo. Son, pues,  relaciones que nos ayudan a crecer.

Las relaciones nutricias nos permiten descubrir nuestra naturaleza más profunda, quienes somos y cuáles son nuestros talentos. De alguna manera nos ayudarán a expresar nuestra potencialidad en el mundo y a dar respuestas a nuestras necesidades como seres humanos.

Pero para establecer unas adecuadas relaciones nutricias lo primero que tendríamos que descubrir es qué es aquello que verdaderamente nos nutre emocional y espiritualmente.

También habrá otros factores que nos ayudarán a establecer este tipo de relaciones, como por ejemplo la practica de la autoaceptación. Esto es, permitirse aceptar plenamente toda nuestra humanidad, con sus virtudes y con sus defectos, al tiempo que nos liberamos del juez más implacable, es decir, nuestra propia consciencia crítica. “Liberarnos de nuestra propia condenación” evita que nos convirtamos en “mendigos afectivos”, es decir, nos libra de hacer lo que sea con tal de conseguir reconocimiento y cariño por parte de otros. Sabemos que el resultado que obtienen quienes mendigan afecto suele ser desastroso.

Otro aspecto especialmente importante para desarrollar relaciones nutricias es aprender a identificar las muestras de cariño y de aceptación que recibimos en las situaciones habituales de la vida cotidiana, cosa que habitualmente no solemos hacer. Cuando aprendemos a reconocer estos aspectos desarrollamos también el agradecimiento y la satisfacción.

Además de las relaciones nutricias individuales, tenemos las relaciones  nutricias que brindan los grupos. Los llamados “grupos nutricios” suelen ser importantes soportes emocionales, ya que en ellos compartimos experiencias significativas.

La pertenencia a grupos nutricios puede constituir un importante mecanismo de  desarrollo de la resiliencia para muchas personas, al tiempo que se ha demostrado su importancia en la evolución positiva de enfermedades graves.

Pero lo que no debemos olvidar es que no hemos de comportarnos como meros receptores pasivos de relaciones nutricias por parte de terceras personas, sino que tenemos la responsabilidad de tratar de ser nutricios para los demás.

Si somos conscientes de la importancia que tiene sentirse aceptados plenamente, deberíamos comenzar a practicarlo con quienes nos rodean, y esto tendrá unas importantes consecuencias positivas, porque se ha comprobado que ayudar a otras personas que lo necesitan, ejerce un efecto beneficioso para quienes realizan la acción de ayuda.

Así pues, para las personas que tratan de desarrollarse, es imprescindible aprender a reconocer y a agradecer todo aquello que nos es dado, al tiempo que hemos de convertirnos también en auténticos focos luminosos para nutrir a los demás.

¡Nutrir y ser nutridos, he ahí la cuestión!